La ópera más popular y más representada en el mundo año tras año, Carmen, de Georges Bizet, se llevará a la escena del Kursaal este jueves y este sábado de la mano de la Quincena Musical. Su director, Patrick Alfaya, ha acompañado este miércoles al elenco y a los representantes técnicos de esta producción que encabezan la mezzosoprano tunecina-canadiense Rihan Chaieb, en el papel de Carmen, y el tenor ucraniano Dmytro Popov, interpretando a Don José, amante de la primera. Euskadiko Orkestra, dirigida por José Miguel Pérez-Sierra, y Easo Abesbatza y Easo Eskolania, conducidas por Gorka Miranda, se encargarán de poner el contexto musical necesario a los solistas. Este espectáculo vuelve a la programación del festival 16 años después de su última representación.

El personaje de Carmen es, a juicio de los intérpretes, “una fuerza de la naturaleza”, una mujer que prefiere la muerte antes de ceder su libertad. Esta ópera fue estrenada en 1875 y fue “un auténtico fracaso”, ha recordado Pérez-Sierra. Fue tal la frustración que supuso para Bizet que durante mucho tiempo corrió el rumor de que la muerte del compositor, apenas tres meses después del estreno y con solo 36 años, se debió al revés que había sufrido con la que, con el tiempo, se convertiría en su obra más reconocida. “Qué hubiera podido hacer Bizet de haber vivido 88 años como hizo Verdi”, se ha preguntado el director, que ha descrito Carmen “como, probablemente, el mayor fresco posible” sobre lo que era el Estado español del siglo XIX. Algo que, a su juicio, adquiere un doble valor al tener en cuenta que Bizet jamás cruzó el Bidasoa.

Esta ópera es, además, “la más popular”. De otras obras se recuerdan solo “fragmentos”, pero de la de Bizet “es conocida desde la primera hasta la última nota”. ¿Quién no conoce el aria de la Canción del toreador que entona el personaje de Escamillo, interpretado en esta ocasión por Simón Orfila? ¿Quién no sabe tararear la famosa Habanera de Carmen, basada, además, en El arreglito del compositor vasco Sebastián Iradier? “Es imposible hacer una selección de canciones de Carmen porque no se sabría qué elegir”, ha asegurado Pérez-Sierra.

Para el director, Bizet es un auténtico “genio universal” y esta obra es tan bien recibida por ser una ópera “muy directa” y “sencilla, dentro de la genialidad” de un autor con una capacidad de acceder a lo “metafísico” y “revelárselo” a la humanidad.

La versión de 'Carmen' de la Quincena se ambienta en la posguerra. Javier Colmenero

'Carmen': libertad, maltratos y muerte

Bizet se basó en la novela Carmen, de Prosper Mérimée, a la hora de escribir su ópera. Ambientada en Andalucía, al igual que su versión escenificada, el libro cuenta la historia de Don José, un navarro y exmilitar que abandona la carrera castrense al enamorarse de una gitana de Etxalar llamada Carmen. No obstante, a diferencia de la ópera que presenta a una Carmen más “edulcorada”, en la novela esta es “malísima”, ha explicado Alfaya.

La mezzosoprano Rihab Chaieb, por su parte, ha expuesto lo revolucionario que fue para el siglo XIX presentar a una mujer “libre”, “superviviente” y que deseaba “trabajar”. “Una mujer libre siempre es algo terrorífico”, ha asegurado. Hasta tal punto defiende Carmen sus ansias de libertad, tan fuerte es su convicción, que prefiere perder la vida a manos de Don José antes que ser una mujer sumisa y presa.

El tenor Dmytro Popov se meterá en la piel de ese hombre, de ese “maltratador” que, como bien se sabe, acaba cometiendo un feminicidio. Don José es un “hombre enamorado al que el amor está destruyendo”. Todo el mundo le dice que Carmen, que lo sacó del oficio militar, “es una bruja”, el mismísimo “diablo”, pero no puede dejar de acudir a ella.

La única que es capaz de frenar la violencia de José es Micaela, que encarna la soprano donostiarra Miren Urbieta-Vega. Representa el “contrapunto” del personaje de Popov, del que conoce tanto sus luces como sus sombras. El trágico final, no obstante, es en cierta manera decidido por la propia Carmen: “O ser libre o la muerte”.

La sección de solistas se completa con el ya citado Simón Orfila en el papel de un torero “mujeriego” y “chulito”. Se trata de la contraparte masculina de Carmen, de la que afirma, para lamento de Don José, que “sus amores no duran más de seis meses”.

Nueva ambientación en la posguerra

La versión de Carmen que acogerá el Kursaal este jueves y este sábado, a diferencia de la original de Bizet, estará ambientada en la posguerra española. Además, las vestimentas diseñadas por la vizcaína Naiara Béistegi evocarán a las indumentarias de la sociedad vasca de la década de los 50. Esto se debe, tal y como ha explicado el director de escena Emilio López, a que la obra de Bizet es igual de válida en cualquier época. López es un consagrado profesional que ya trabajó para la Quincena con anterioridad, cuando se produjo Madame Butterfly, de Puccini, en 2019.