“Con la restauración de Tasio iniciamos una nueva era”. Así se ha expresado este lunes el director de la Filmoteca Vasca, Joxean Fernández, en una rueda de prensa que ha tenido lugar en Tabakalera y en la que ha estado acompañado por el cineasta navarro Montxo Armendáriz y por el todavía consejero de Cultura, Bingen Zupiria, que ha reafirmado la voluntad del Gobierno Vasco, también en la nueva legislatura, de seguir trayendo películas del pasado a la nueva era digital. 

En este sentido, el máximo responsable de la cinemateca ha asegurado que no invertir dinero público en restauraciones es lo que, a la larga “sale más caro”, dado que puede conllevar a la pérdida irreparable de una película. Tasio, la ópera prima de Armendáriz que se estrenó hace 40 años, se ve ahora “mejor que nunca”, gracias a una subvención que Lakua otorgó a la Filmoteca Vasca el año pasado con la que, además de actualizar algunos de los sistemas de conservación de la institución, permitió restaurar este clásico de la cinematografía vasca en 4K en uno de los “mejores laboratorios del mundo”, los L’immagine Ritrovata de Bolonia. Además, esta versión remozada ha sido seleccionada por el Festival de Cannes, el más prestigioso del mundo, para ser exhibida en su sección Cannes Classics, a la misma altura que otras “obras maestras” de de incontestables cineastas como Akira Kurosawa, Steven Spielberg, Frederick Wiseman, Charles Vidor, Jean-Luc Godard, Marco Bellocchio o Jacques Demy, entre otros. Tras su paso por el certamen galo, Tasio podrá verse en el Zinemaldia dentro de Klasikoak y se encuentra ya en negociaciones para participar en otros festivales del mundo. En Francia, además, podrá verse en el circuito comercial.

La filosofía del carbonero

Tasio, película protagonizada por Patxi Bisquert y que compitió en 1984 en la Sección Oficial del Zinemaldia logrando una Concha de Plata, es una de las películas fundacionales del cine vasco que cuenta la historia de un carbonero en tres etapas de su vida: la infancia, la adolescencia y la madurez. Esta basada en la vida de un carbonero y cazador furtivo real, Anastasio Ochoa Ruíz, al que Armendáriz, que siempre ha destacado por su cine social, conoció durante el rodaje de un documental sobre oficios en vías de extinción.

Armendáriz charla con Zupiria y Fernández antes del inicio de la rueda de prensa, este lunes en Tabakalera. Ruben Plaza

El realizador navarro ha contado que tiene por costumbre no ver ninguna de sus películas una vez las ha concluido. Lo mismo hizo con Tasio hasta el momento que viajó a Bolonia ha dirigir los últimos retoques de color de la restauración. Vista de nuevo, cuatro décadas después de su estreno, Armendáriz llegó a preguntarse qué opinaría el Tasio original sobre “la sociedad neoliberal” en la que nos hayamos inmersos. Así, ha confesado que en su día le impresionó mucho “la filosofía” de vida de este carbonero: “Me decía que el monte te da todo lo que necesitas para vivir”. Por ello, el Tasio de su película rehúye, como el original, la posibilidad de abandonar lo rural e ir a lo urbano en busca de un empleo, porque mantenía que “trabajar para otros no es algo natural, sino un invento de los ricos para poder sacar más dinero”.

En aquel entonces, en los 80, este modo de vida era, a juicio del realizador, “algo normal y natural”. No obstante, 40 años después “ha adquirido un sentido completamente distinto”, dado que permite una lectura contemporánea sobre todo lo que ha cambiado. No sólo se ha referido “al deterioro del medio ambiente ha sido atroz”, también a los extremos al que ha llegado “el neoliberalismo con la privatización de la sanidad, la educación, la vivienda, incluso, hasta las propias personas”. “Vivimos en una sociedad que, aunque ha avanzado en bienestar de vida, ha retrocedido en calidad humana”, ha asegurado, para luego añadir que hace 40 años no imaginó que su película se iba a convertir en reflejo de unos valores ecológicos y humanos que “hoy en día están en desuso”.

'Tasio' en 4K

Armendáriz ha añadido que, en el caso de Tasio, un nuevo visionado de la película le resultaba especialmente duro, debido al estado original del material. El primer largometraje de ficción del cineasta navarro fue producido por el hernaniarra Elías Querejeta y, durante muchos años, la copia original se guardó en un chalé que este tenía en Madrid. No obstante, unas inundaciones provocaron el deterioro del celuloide.

Posteriormente, los derechos fueron adquiridos por Mercury Films que llegó a hacer una restauración preliminar que mejoró “algo” la calidad de la cinta, pero de manera insuficiente. De esta versión es de donde proceden muchas de las copias domésticas que existen, incluso, en Blu-Ray.

Para poder abordar este trabajo de restauración para contar con una versión “digna y en condiciones” de la película, se optó por una copia conservada por la Filmoteca Española, que viajó a los laboratorios de Bolonia a finales de septiembre de 2023. Allí, el celuloide fue revisado y reparado manualmente, y se limpió con ultrasonidos. Tras esto, se procedió al escaneado y a la restauración digital para eliminar las rayas y la suciedad. Por último, se corrigió el color y el sonido, un proceso que supervisó el propio Armendáriz, que durante toda la restauración ha controlado todos los trabajos. Las mejoras, ha contado, se perciben desde el mismo inicio de la película, cuando el rótulo rojo que dice “Tasio” se sobreimprime sobre el ver del bosque. En la copia deteriorada se veía “un borrón”, mientras que ahora todo es nítido. Es decir, que Tasio se ve mejor que nunca.