Con cinco años su familia le apuntó a una extraescolar de ballet en la capital riojana, donde vivían entonces; ahora residen en Madrid. Comenzó a recibir clases de baile moderno, español y clásico hasta que a los diez años le llegó su primera gran oportunidad: realizar una audición para el musical de Billy Elliot en Madrid. Se presentó y fue escogido para interpretar al protagonista. Después vendrían otros espectáculos como El retorno de Cometa, Grease o la serie Hernán. Hace unas semanas, De Benito conseguía el primer premio del Prix de Lausanne (Suiza), además del Web Audience Favourite Prize, convirtiéndose en el primer español que se alza con este galardón en nueve años -anteriormente lo lograron José Carlos Martínez, antiguo director de la Compañía Nacional de Danza, y Clara Blanco, bailarina española solista del San Francisco Ballet-. En la actualidad, este joven riojano se encuentra realizando el último curso de grado profesional de danza en el Real Conservatorio de Danza Mariemma de Madrid. En cuanto lo finalice, echará a volar. Los triunfos y las alegrías le esperan.

¿Cuándo fue consciente de que lo suyo era la danza?

La verdad es que desde siempre. A los cinco años mis padres me apuntaron a baile. Nadie en mi familia había hecho la carrera de danza, pero sí que es cierto que la música siempre ha estado muy presente en mi casa. De pequeño era muy deportista. Creo que esa mezcla de música y de deporte me llevó a bailar. 

¿Siempre le ha apoyado su familia?

Siempre. Tanto mis padres, como mis hermanos, como mis amigos. A pesar de que nadie en mi familia haya hecho la carrera de baile siempre me han apoyado.

¿Lleva algún tipo de régimen alimenticio?

No tengo una dieta estricta, pero sí que cuido mucho la alimentación. He ido varias veces al nutricionista para comer todo lo necesario y para tener energía. No es tanto un régimen para perder peso o tener cierta figura sino para poder cumplir todas las horas de ejercicio y deporte. 

¿Por qué cree que la danza tiene tan poco éxito entre los jóvenes?

Porque no se conoce y no tiene la visibilidad que se merece. Cuando se la enseñas a la gente creo que la disfruta mucho. La gente de mi edad, si le dedicasen un poco más de tiempo a observarla, les encantaría. Estoy convencido de que la disfrutarían. Es una mezcla maravillosa. Esa parte del reto físico y la maravilla del arte, y de las historias que cuentas a través del movimiento. 

“La danza es una mezcla maravillosa entre reto físico y arte”

¿A qué bailarín admira?

A muchos, pero si tuviera que quedarme con uno sería Mikhail Bargsmikov. Es un bailarín maravilloso que siempre me ha inspirado. Para mí es un referente, no por lo bueno que era técnicamente -ya no baila-, sino por lo artista que era y todo lo que expresaba en el escenario. 

¿Cuál ha sido la pieza que más le ha desafiado física o emocionalmente? 

Hay dos piezas que han sido y son dos grandes retos para mí. La primera es Electricity, que era un número que hacía en el musical Billy Elliot. Era una pieza de danza muy potente en la que al final tenías que parar y ponerte a cantar. Era muy dura a la vez que muy enriquecedora. La segunda es Self, del bailarín y coreógrafo, Aleix Mañé. Es un solo que estoy bailando ahora en el conservatorio. Es una pieza de cuatro minutos y medio muy exigente físicamente, pero me hace disfrutar. 

¿Cuál es el movimiento de danza que más disfruta ejecutándolo?

Me gusta bailar en general, pero si tengo que destacar algo de la danza clásica son los grandes saltos y los giros. Al fin y al cabo, son un poco lo que hacemos en las variaciones de chicos cuando estamos trabajando y estudiando. 

¿Cómo utiliza la danza para expresar sus emociones y experiencias?

No tienes palabras, pero estás bailando con todo tu cuerpo al ritmo de la música para contar historias. Creo que esa mezcla entre la música y el movimiento te da la herramienta para expresar cosas que de otra manera no podrías. 

¿Cuál ha sido el lugar más inusual en el que ha bailado?

Como todavía soy estudiante solo he bailado en escenarios muy pequeños para las piezas que tenía que representar y eso de alguna manera influye en tu forma de bailar porque tienes que recular y hablar con tus compañeros para que no afecte a la pieza, pero bueno, al final siempre lo acabas arreglando y haciéndolo lo mejor posible para el público.

¿Ha explorado la fusión de otros estilos de danza con la danza clásica y/o contemporánea?

Aparte de estudiar danza clásica, que ahora mismo es en lo que estoy centrado, he tomado clases de otros estilos cuando estaba en el teatro musical. Un bailarín a día de hoy tiene que ser muy versátil. Es lo que demandan todas las compañías. Tiene que ser capaz de hacer una pieza clásica pura y de repente poder defenderte en un contemporáneo y luego mezclarlo con piezas neoclásicas. Creo que todo esto nos hace crecer como bailarines y mejora también la forma de contar historias.

¿Cuál es el papel de la danza en la sociedad actual?

Creo que es una forma de expresión artística que puede servir para muchas cosas. Por ejemplo, para ayudar a las personas a evadirse de sus problemas cuando van al teatro o a disfrutar de las historias que estás contando con otro método, con otra forma de expresión, como es la danza. Pienso que es un arte muy completo por las historias y por lo divertido que es ver la danza en sí. 

“Mi debut en ‘Billy Elliot’ fue un sueño hecho realidad”

¿Qué consejo le daría a los jóvenes interesados en seguir la carrera de danza?

Esta es una profesión que requiere mucha dedicación. Tienes que entrenar muchas horas desde muy joven para preparar tu cuerpo y tu mente. Las personas que verdaderamente sienten esa llamada, tienen esa pasión por la danza y se sienten ellos mismos cuando bailan. Les recomendaría que, sobre todo, disfrutasen de ello porque muchas veces cuando estás tantas horas metido en una sala de ensayos quizás pierdes el norte, pero cuando sales al escenario ese momento de ser tú mismo merece mucho la pena. 

¿Cuál ha sido el momento más memorable que ha vivido como bailarín y por qué fue tan especial?

He tenido dos momentos muy especiales. Uno fue mi debut como Billy en el musical Billy Elliot. Fue algo para lo que me preparé durante mucho tiempo y fue el proyecto que me hizo cambiar de ciudad. Fue un sueño hecho realidad. Más recientemente ha sido el Prix de Lausanne. Haber ganado este concurso ha sido un honor. 

Este año, ha ganado el primer premio en el Prix de Lausanne, ¿cómo accedió al concurso?

El Prix de Lausanne es un concurso muy conocido en el mundo de la danza clásica, sobre todo entre los jóvenes de entre 15 y 18 años. Es algo que todos los bailarines tenemos muy presente porque es un buen escaparate de cara al panorama internacional para continuar con la carrera. Cuando entré en el conservatorio, a finales del año pasado, mi profesor Juan Polo me comentó la idea de presentarme. Este año, se presentaron, más o menos, 450 participantes de todo el mundo. Tras varias selecciones quedamos 20. Fue un proceso largo y difícil porque requiere mucha preparación, pero ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Me ha aportado mucho a nivel profesional.

¿Quién es Juan Polo y qué representa para usted?

Juan Polo Cobos es mi profesor de danza clásica y mi mentor, no solo en la danza porque he aprendido mucho con él y me ha formado, sino en la ética que tiene que tener un bailarín. Es una persona que me ha inculcado muy bien lo que es un profesional de la danza y me ha acompañado mucho estos dos años junto con otra gente maravillosa que tengo en el conversatorio Mariemma de Madrid.

Ya termina sus estudios, ¿hacia dónde dirigirá ahora sus pasos?

El primer premio del Prix de Laussanne nos ofrece la opción de elegir dentro de las compañías y escuelas asociadas al concurso para continuar nuestra carrera. Ahora mismo estoy pensando donde ir el año que viene, que creo que será fuera de España. Es el momento de salir. 

Ha actuado en alguna serie de televisión y en un cortometraje, ¿qué tal la experiencia como actor?, ¿con ganas de seguir en el mundo de la interpretación?

Mi experiencia en el cine fue muy distinta a la que viví en el teatro. Me lo he pasado muy bien interpretando. A día de hoy, dentro de la danza clásica, disfruto mucho con la parte interpretativa que tienen los personajes. El cine y el teatro es algo que tengo muy presente. Si en un futuro tengo que reinventarme me encantaría volver a retomarlo. 

Personal

Formación: Ha cursado estudios de ballet, interpretación, acrobacia, piano, guitarra, canto, clown, tap/claqué y hip hop. Actualmente, está matriculado en el grado profesional en danza clásica en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma de Madrid. 

Carrera profesional: Ha participado en los musicales Billy Elliot, donde dio vida al protagonista durante tres temporadas, y en Grease. Ha intervenido en un cortometraje, series de televisión y publicidad.

Premios: Este año se alzó con el primer premio (ex aequo con el mexicano, Fabrizzio Ulloa) en el Prix de Lausanne (Suiza), donde tambien logró el Web Audience Favourite Prize.

Proyectos futuros: Le gustaría graduarse en alguna de las escuelas de danza que le han ofrecido tras ganar el Prix de Lausanne. Después, su intención es audicionar en las grandes compañías con las que siempre ha soñado.