De la misma guisa con la que comparecerán en la tarde-noche de este viernes en el Escenario Keler de la Zurriola se han presentado esta mañana los componentes de Village People ante la prensa, en una rueda que ha tenido lugar en la sala Club del Victoria Eugenia. El líder del grupo, Victor Willis, ha aparecido vestido de su personaje, el policía, al igual que el resto de miembros: James Lee se ha vestido de militar; Jeffrey Lippold, de motero; James Kwong, de operario de la construcción; Javier Pérez, de nativo americano; y Nicholas Manelick, de vaquero. Este grupo, referencia desde su fundación en 1977 de la música disco, ha prometido que el espectáculo de esta tarde (20.45 horas) será “divertido”, “bailable” y “para todo el mundo”, hasta para Donald Trump, expresidente de EEUU que en varios de sus actos ha utilizado música del grupo. “Si a Trump le gusta nuestra música, no puedo decir nada; las canciones son para todo el mundo”, ha asegurado Willis, el único miembro original de la formación -Willis denunció a Trump por haber utilizado en varios de sus actos electorales a una banda que imitaba a Village People-.

Convertidos en iconos LGTBI+ desde el mismo inicio de su carrera, Village People siempre ha jugado a la ambivalencia, por ejemplo, con el doble sentido de muchas de sus letras. De hecho, Willis ha defendido que, como letrista principal y autor de himnos como YMCA, Macho Men o In the navy, nunca escribió exclusivamente para “un colectivo”, sino para todo el mundo. “Nuestras canciones se han convertido en himnos pero no sólo de la comunidad gay, también de la heterosexual”, ha añadido el policía. Los motivos del éxito, asimismo, los tienen claros: sus letras pegadizas, que transmiten mensajes positivos, y que sean canciones divertidas han hecho que hasta las nuevas generaciones aprecien esta música. Es más, Nicholas Manelick, el vaquero, ha relatado cómo él, nacido en los 80 -es decir, cuando Village People ya había tocado techo-, creció con estas composiciones en su “radar” por su espíritu positivo y divertido. “Después la música fue creciendo en mí”, ha dicho, hasta acabar siendo uno de los personajes de este grupo. Vestirse con estos ropajes, han asegurado, les permite abrazar a sus alter egos, sentirse como “superhéroes”, como “personas distintas”, sentir que desprenden un mayor “sex appeal” y sentir nuevas ganas de bailar y de divertirse.

En su voluntad de que su música no se relacione únicamente con el colectivo LGTBI+ y preguntados sobre la tendencia conservadora de retroceso en derechos, han opinado que la política “divide” y que, frente a ello, desean que su música sea “inclusiva, que nadie se quede fuera”. En este sentido, Willis ha añadido que ellos no hacen música “ni para el Partido Demócrata estadounidense, ni para el Republicano”, sino que las canciones de Village People no tienen dueño, porque, al mismo tiempo, son para todo el mundo que las quiera disfrutar.