La oportunidad para participar en la próxima edición de OT pasó ayer por Bilbao. Era la única oportunidad, el único casting previsto en Euskal Herria pero también uno de los pocos en el Estado para entrar en el formato de Gestmusic que, tras su paso por TVE y Telecinco, ahora salta a la plataforma Amazon Prime, que lo emitirá a partir de septiembre. Desde las siete de la mañana en torno al Bilbao Arena se formaron largas colas de jóvenes ansiosos por realizar la prueba que les da la oportunidad de entrar en la academia. “Estoy más nerviosa que durante los exámenes de selectividad”, confesaba la bilbaina Sandra.

Más de 700 jóvenes artistas en busca de una oportunidad se congregaron en una larga fila. El ambiente era de nervios y de emoción, y muchos habían viajado para la ocasión, como Iratxe y Flor, que subieron en autobús desde Benidorm. “Hemos intentado venir descansadas, pero ha sido complicado”, expresaban.

Desde la mañana Noemí Galera, directora de la academia, advertía: “No buscamos nada, venimos a encontrar”. Los tres micrófonos se pusieron en marcha con el jurado al frente y el gentío comenzó a pasar poco a poco. Al poco de comenzar, la cantante gasteiztarra Kai Nakai fue la primera seleccionada donde destacó su versión de Nochentera en euskera. “Estaba como un flan”, reconocía la influencer que es conocida por publicar en redes versiones de Rosalía o Shakira en euskera. “Hay que normalizarlo. Tenemos un idioma increíble y se puede utilizar en géneros actuales”, defendía la vocalista en los aledaños del casting.

Con el paso de las horas, el ambiente generalizado de nervios, a medida que cada concursante cantaba a capela durante al menos 20 segundos, se iba separando en dos. Por un lado, la euforia absoluta de los que recibían la codiciada pegatina, y por el otro, las caras largas de los que esperaban un resultado diferente. Aunque había un tercer grupo, relativo a aquellos que valoraban la experiencia y se aunaban en el compañerismo de la fila.

Por este motivo, fue recurrente observar cómo muchos participantes, al terminar la prueba, no se dirigían a sus domicilios, sino que en las inmediaciones del recinto, decenas de chavales se sentaban en círculo y compartían su tiempo hablando de su experiencia e, incluso, tocando la guitarra y cantando. “Que no te escojan no significa nada”, argumentaba Maddi. A su lado, Izaro asentía con la cabeza que, sin suerte, se habían animado a cantar un fragmento de koiLarak canción compuesta por su tocaya, la artista de Mallabia, Izaro Andrés.

Desde Burgos, Mariela acudió a acompañar a su hermana Zaira: “Confío mucho en ella. Lo va a hacer genial”, enternecía con una intensa mirada. También, había gente para la que no era su primera parada de casting como María y Carmen: “Hemos ido a Zaragoza. Si hoy no hay suerte, iremos a Valencia”.

La determinación de los asistentes era absoluta. Sin embargo, también había quienes sabían buscar otras opciones: “Hoy en día la música no se somete exclusivamente a la voz, existen multitud de herramientas de producción. Todos podemos crear”, afirmaba el cantante leiotarra Miguel Ramos.

Ilusión pero con calma

A pesar de la gran euforia del momento, los que superaron la primera fase intentaron mantener la calma. No obstante, nadie les quitó el festejo a los compañeros de piso bilbainos Berta Bittersweet y Luigi D’avola que no se acababan de creer que los dos habían logrado pasar. “Esta noche en el piso haremos una buena cena”, aseguraban. En el caso de Berta, no es la primera vez que se presenta pero una emotiva versión de Unchained Melody le sirvió como aval para superar la fase. “La calma es crucial. Es suerte, pero también lo hemos trabajado”, explicó.

Yuni, natural de Ordizia, también superó la primera fase. “Me suelo grabar en casa y me suele ver mucha gente, pero esta vez ha sido diferente”, aclaraba que, a pesar de que no lo esperaba, no ha podido evitar ponerse nervioso al ver al jurado. Tenía preparada una canción de Michael Bublé y otra de Elvis para la fase 2, aunque de cantar una en euskera se decantaría por Itsasoa gara de Ken Zazpi.

Sandra Fernández, de Galdakao, también consiguió su pase. Era su primera vez e irradiaba felicidad, aunque una idea tenía clara: “Porque te digan que no, no significa que no sirvas”, concluía.

Una jornada repleta de ilusión y ganas donde todos los aspirantes dieron lo mejor de sí mismos, el euskera estuvo presente y Bilbao “había dado la nota”. Esperemos poder ver algún vasco en la próxima edición de Operación Triunfo.