En paralelo a la exposición que San Telmo ha dedicado a Amable Arias, la galería Ekain Arte Lanak ha hecho lo propio con una selección de una veintena de acuarelas inéditas que han sido seleccionadas a cuatro manos entre la galerista Rita Unzurrunzaga y Maru Rizo, la que fuera pareja sentimental del artista, además de su musa y actual gestora de su legado. Se trata de la quinta exposición que la galería situada en la Parte Vieja donostiarra dedica a este miembro del Grupo Gaur. La primera se hizo en 2008, cuando el espacio expositivo aún lo regentaba Juan Kruz Unzurrunzaga, tío de la actual galerista.

Amable Arias. Percepciones de agua y color ofrece un rápido vistazo a la obra en papel de distintos gramajes sobre los que este artista autodidacta pintaba con acuarela. Líneas sutiles y amables captan paisajes, propuestas más figurativas y también sirven para dar luz a unos comienzos abstractos. Las dificultades económicas que aquejaban al pintor, explica la que fuera su pareja, le impedían afrontar, en muchas ocasiones, el gasto económico que suponía un lienzo. Es por ello que el papel le ofrecía una alternativa más económica. Pensando en los materiales, la acuarela, idearon una exposición en la que tampoco faltan obras con técnica mixta, que además de pintura diluida en agua también cuentan con tintas negras que contraponen un clasicismo centroeuropeo con la “vida propia” que permite la acuarela.

La muestra hace un repaso por varios periodos de la trayectoria del artista. Desde una serie de cuadros abstractos que creó en sus inicios hasta otras que se incluyeron en Sherezades, una versión propia de Las mil y una noches que escribió Arias. También se presentan acuarelas en las que captó viajes a capitales europeas e, incluso, una suerte de bodegón del interior de una de las habitaciones en las que Rizo y él se hospedaron en París.

El que fuera miembro del Grupo Gaur junto a Eduardo Chillida, Nestor Basterretxea, Jorge Oteiza y José Antonio Sistiaga, entre otros, no se sentaba ante el trabajo en el folio en blanco. Al contrario, primero pensaba la obra con detalle y solo entonces la trasladaba al lienzo o al papel. Como puede verse en Ekain, “con muy pocos trazos conseguía mucho”, no obstante, añade Rizo, aunque no era partidario del exceso, en ocasiones “abigarraba” sus obras. Aunque para ver ejemplos de esto quizá haya que esperar a una hipotética sexta exposición de Amable Arias en Ekain