La búsqueda de la belleza granadina que ha caracterizado gran parte de la trayectoria profesional de la artista Soledad Sevilla ha llegado a Donostia de la mano de la sala Kubo Kutxa, que expone hasta el 28 de mayo la muestra Mi propio paisaje, compuesta por varias de las obras realizadas por la autora valenciana a lo largo de su extensa trayectoria. La exposición cuenta, además, con dibujos realizados en los años 70 y 80 nunca antes expuestos, y una nueva instalación artística creada ex profeso para la propuesta.

Premio Nacional de Artes Plásticas en 1993, Soledad Sevilla ha vinculado gran parte de su vida a Granada, donde residió durante más de una década. Fruto del vínculo con la ciudad andaluza ha creado numerosos trabajos en torno a la naturaleza y el paisaje granadino, siempre en relación con otra de sus grandes pasiones, la poesía. Kutxa Fundazioa abre ahora las puertas “a su mundo” con una muestra que ha sido concebida específicamente para el espacio donostiarra. “Es una exposición en diálogo con la arquitectura de esta sala, algo que, en ocasiones, puede ser complicado para los artistas, pero que encaja perfectamente con su trabajo”, ha asegurado este viernes Ane Abalde, directora de Arte y Patrimonio de Kutxa Fundazioa, durante la presentación de la muestra.

Tomando como título un verso de Pessoa –“Yo soy mi propio paisaje”–, la exposición ha sido comisariada por Lola Durán, quien ha diseñado un recorrido por la trayectoria de la artista a través de cuatro escenarios. “Con esta muestra nos adentramos en un mundo sabio y poético, basado en la geometría, el espacio y la luz”, ha apuntado la comisaria, quien ha revelado que gran parte de la colección mostrada guarda relación con los paisajes de la Vega de Granada y, concretamente, con los secaderos de tabaco que inspiraron sus trabajos de mayor tamaño.

“Casi todo mi trabajo guarda relación con Granada porque responde a un vínculo muy antiguo. Empecé con una serie de dibujos inspirados en la Alhambra, en los largos paseos que daba en ella por las tardes, y acabé por quedarme a vivir allí”, ha relatado la propia Sevilla, quien ha afirmado cansarse fácilmente de los sitios. “Madrid ya no me interesaba y comencé a fijarme en los secaderos, cuyo formato casi como de Partenón me daban unas dimensiones prácticas y unos juegos de luces que me parecían muy interesantes”, ha contado.

Este interés queda, sobre todo, de manifiesto en sus serie de retablos, piezas de más de tres metros de altura traídas desde el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y que “parecen hechas para la sala” donostiarra. “No es fácil encontrar un espacio en el que puedan exponerse y que puedan mantener un diálogo de este tipo con el resto de sus trabajos”, ha asegurado Durán.

Este conjunto de piezas, que configuran una especie de retablo moderno, se hallan en el espacio central de la muestra, destinado a las arquitecturas agrícolas, obras inspiradas en su observación de la naturaleza y en los mencionados paseos por el paisaje granadino. La sala superior, por su parte, recoge su “abstracción geométrica más pura, que no es matemática, sino espiritual”, en la que se incluyen varios dibujos seriales de los inicios de su carrera, nunca antes vistos por el público general.

La estancia más alejada de la sala, por último, se centra en sus muros, piezas realizadas en la década de los 90 que evocan “lo que veía desde su estudio en Granada”. “Cada pincelada es una hoja de una planta que juntas forman un organismo que nos atrapa”, ha explicado la comisaria sobre unos trabajos que vuelven a estar conectados con su principal interés, la naturaleza.

Nueva instalación

Esta colección de piezas se complementa con una nueva instalación artística, Nada temas, realizada para la ocasión y que toma como punto de partida un verso tomado del poema de Santa Teresa de Ávila, Nada te turbe. “Sus instalaciones no son espacios llenos de objetos, sino lugares neutros con los que produce algo efímero. Son atmósferas inmateriales en un momento y espacio concreto, del que solo queda el recuerdo”, ha detallado Durán.

“Hay una frase que me gusta mucho que dice que la belleza reside en la mirada y eso es lo que he tratado de plasmar con una instalación que utiliza el 3D usando la línea, un elemento que he repetido a lo largo de mi trayectoria”, ha reconocido la propia autora.

La exposición Soledad Sevilla. Mi propio paisaje se podrá visitar hasta el 28 de mayo. Además, se realizarán visitas guiadas gratuitas todos los sábados, tanto en castellano como en euskera, con reserva previa.