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La conexión musical entre Gipuzkoa y China resonará este viernes en el Doka

Shanghai Qiutian, proyecto liderado por el oriotarra Eñaut Martí, se encuentra de gira mundial, mientras que Madeleine concluye la presentación de su último disco, 'Ezin dena'.

La conexión musical entre Gipuzkoa y China resonará este viernes en el DokaN.G.

De Gipuzkoa a China y de China a Gipuzkoa. La sala Doka de Donostia acogerá este viernes, 16 de diciembre, un doble concierto protagonizado por Shanghai Qiutian –proyecto transnacional surgido en la megalópolis que le da nombre e impulsado por el oriotara Eñaut Martí– y por los donostiarras Madeleine, que este fin de semana pondrán punto y final a la gira de su cuarto disco, Ezin dena, antes de tomarse un respiro de unos meses. 

Los miembros de ambas bandas son viejos amigos y conocidos. De hecho, han girado juntos, tanto en el Estado como en la propia China, país en la que Madeleine –Gartxon Unsain, Itzal Uranga, Jagoba Salvador e Iñaki Benito– concluyó a principios de 2020, en la época en el que el covid era un nuevo tipo de resfriado, la gira de su anterior trabajo, Su hura. “Yo intenté tocar la guitarra con Madeleine pero no me dejaron”, bromea Martí en una conversación con este periódico y dando buena cuenta de las excelentes relaciones entre los grupos: “No había dudas de que teníamos que compartir cartel con ellos”. Por lo tanto, una colaboración sobre las tablas este mismo viernes no es una opción descabellada, asegura.

Iñaki Benito, Gartxot Unsain, Itzal Uranga y Jagoba Salvador componen Madeleine.

Giras

El del Doka será uno de los dos conciertos con los que Madeleine cerrará su gira –la postrera cita tendrá lugar el domingo en la sala Lartzabale, en Donibane Garazi–, mientras que Shanghai Qiutian se encuentra inmerso en un potente tour mundial. Después de cumplir con casi 40 citas en China, de actuar en Gran Bretaña –“fue como un sueño, tuvimos tres conciertos y en dos hicimos sold out”– y Corea, el suizo Florian Rudin, y los chinos Deng Bolun y Shax visitaron Orio, el pueblo natal de Martí, también guitarrista del conjunto. No en vano, antes de seguir con su gira por Madrid, Shanghai Qiutian actuó en las fiestas de San Agustín de la localidad costera. “Tocar en casa es más raro que especial para mí. Me cuesta ser yo mismo, aunque claro que es especial. Ver a la familia y amigos entre el público siempre te hace ilusión”, comenta.

Además de los conciertos del viernes y el domingo en Euskal Herria, mañana visitarán Gijón y el jueves, Santander. Después continuarán con su gira por Europa antes de saltar el charco a principios del año que viene y recalar en EEUU, Canadá y Japón.

Nuevo disco de Shanghai Qiutian

“Hemos querido salir al mundo”, comenta Martí, que hace más de cinco años, después de graduarse en Leinn (Liderazgo Emprendedor e Innovación) en Mondragon Unibertsitatea, dejó Gipuzkoa para embarcarse en una aventura musical en China. Allí fundó MusicLAB, un proyecto educativo que tiene como objetivo la formación musical de los ciudadanos de aquel país de una manera práctica. De forma paralela, en 2018 Martí impulsó el grupo que se mueve en las coordenadas del math rock y el post rock y que un año después publicaría un EP. 

El primer largo, Home: Revolution, salió al mercado en 2021. En esta ocasión, no obstante, Shanghai Qiutian ha decidido marcharse a Islandia para grabar su nuevo trabajo en el estudio de Sigur Rós. La “magia” de la casualidad ha hecho que la grabación del nuevo álbum haya coincidido con el 20º aniversario de la publicación del Untitled del conjunto islandés. “¿Por qué no grabar allí? La música también es una excusa para tener experiencias”, cuenta Martí, quien explica que aunque el nuevo trabajo aún no tiene título, en él ha volcado parte del desencanto surgido de políticas restrictivas chinas, así como de las experiencias desfavorables que ha vivido en primera persona por ser extranjero. Este viernes en el Doka también presentarán un adelanto de su nuevo álbum en el que, a diferencia de en Home: Revolution, Martí canta en todas las canciones: “Tenía tantas cosas que decir que casi todas las canciones tienen letra. Sentía que con la música solo no podía llegar a lugares que con la palabra sí llegaba”.

También cargado de palabras, el oriotarra se ha embarcado en otro proyecto musical, en esta ocasión, en solitario. Hace pocas semanas, con el nombre San Lou, ha editado un disco titulado Love, love, love; una propuesta de corte más íntima en la que el músico presenta temas en inglés, en euskera y castellano, en los que se ha desnudado para hablar del “amor” en el sentido más amplio de la palabra, más allá del romanticismo. “Ha sido un ejercicio de vulnerabilidad. Quería hablar de todas estas cuestiones y marcar un precedente por el que no voy a avergonzarme más de hacerlo”.