Uno de los templos del teatro alternativo en Londres sirve de improbable escenario esta semana para que la opereta Black, el Payaso acerque la zarzuela del donostiarra Pablo Sorozábal al Reino Unido.

La producción del Cervantes Theatre, el único en la capital británica que ofrece obras de autores en español, fue recibida con entusiasmo dentro del festival de ópera Grimeborne que desde hace quince años programa el teatro Arcola en el barrio de Dalston, en el este de Londres.

Con ocasión del 125º aniversario del nacimiento de uno de los genios de la lírica vasca del siglo XX, Black, el Payaso deslumbra por una música que se aleja de los cánones del género y que supuso uno de los proyectos más ambiciosos de Sorozabal.

Estrenada en 1942 en Barcelona, la obra –con libreto de Francisco Serrano Anguita– es una alegoría sobre el poder del arte y la política nacionalista, que consiguió superar los filtros de la censura franquista gracias a su ambientación en un ficticio principado centroeuropeo.

Black y White son dos payasos exiliados que actúan en París y, por una serie de malentendidos, el primero acaba convirtiéndose en rey del imaginario país de Suevia. “No es una opereta al uso, ni en la temática, ni en el estilo musical. Y eso me parecía clave para traerla a Londres, porque no hace falta tener una conexión cultural o referencias específicas para comprenderla”, explicó a Efe la directora de la producción, Paula Paz.

Paz, también directora artística del Cervantes Theatre, cree que “la mezcla entre comedia y drama es fascinante y viaja muy bien”, aunque destacó ante todo la “música maravillosa” de la opereta, dividida en prólogo y tres actos.

El director musical de la versión representada en el Arcola hasta este sábado –y en el Cervantes Theatre en septiembre–, Ricardo Gosalbo, tiene claro que para él se trata de “una obra maestra, que no tiene nada que envidiar al mejor Puccini”.

Para apoyar el estreno de la obra se desplazó a la capital británica el nieto homónimo de Pablo Sorozabal, quien se mostró muy satisfecho por el resultado y por la posibilidad de dar a conocer la obra de su abuelo en el Reino Unido.