- El covid no ha parado de hacer estragos estas últimas semanas en las programaciones culturales. Cancelaciones y aplazamientos se suceden día tras día, aunque hay quien resiste en pie. El Orfeón Donostiarra estrena 2022 con dos funciones: mañana en el Auditorio Nacional de Madrid y el sábado en el Principal de Gasteiz.

Piezas de Federico Chueca, Bizet, Amadeo Vives o Verdi se irán sucediendo en la propuesta que la veterana y reconocida formación llevará a la capital alavesa. “Lo que buscamos es un programa popular y comprensible por parte de un abanico muy amplio de gente. Son grandes coros de ópera y también de zarzuela. Es una propuesta que tenemos contrastada, que sabemos que agrada mucho al público y por eso nos hemos decidido por este planteamiento”, según explica José Antonio Sainz Alfaro, director del Orfeón Donostiarra, que para la ocasión contará con la presencia de Jon Urdapilleta al piano.

La cita supondrá el reencuentro con una agrupación que no necesita presentaciones. “En los sitios a los que no vamos mucho o es la primera vez que aparecemos, siempre se crea una expectación porque estamos a caballo de dos siglos ya y siempre se ha oído el nombre del Orfeón. Así que en cada actuación tenemos que establecer un listón porque si no, la gente ya diría: mucho nombre pero poco más”. Con todo, Sainz Alfaro dice sentir pena porque en Vitoria “todavía no se ha oído al Orfeón como se debe. El Principal no es un sitio muy adecuado para el tipo de repertorios que canta el Orfeón. Hay que tener en cuenta que la voz es muy débil y necesita apoyos. Es muy distinto cantar al aire libre, en un recinto de cortinas y moquetas, en un auditorio o en una iglesia. En una iglesia, muchas veces, con diez cantores parece que hay 50. En los teatros es más complicado esto porque están pensados para otras cosas, para la representación teatral”. Aún así, el director de la agrupación subraya que la formación siempre ha sido muy bien recibida en la capital alavesa. “El público de Vitoria siempre ha sido muy amable con su presencia, y eso es algo que tenemos que agradecer, confiando además en que este programa que llevamos ahora le guste”.

Un día antes, mañana viernes, el Orfeón, también dirigido por Sainz Alfaro, cantará en el Auditorio Nacional de Madrid, en este caso con un programa compuesto por coros de óperas y fragmentos de zarzuelas.

Todo ello en un contexto muy complicado por la pandemia. En esta situación, “la preparación y el esfuerzo son el doble, aunque el resultado es la mitad. Los cantores sufren mucho. Para empezar, porque ponerte un pañuelo en la boca, te resta. Se nota también al respirar. En diciembre estuvimos en París y en Toulouse y, como nos hicimos unas pruebas de antígenos justo antes de actuar, pudimos hacer los recitales sin mascarillas. Claro, la gente del coro estaba emocionada. Es que no escuchábamos así al Orfeón desde hacía tiempo”.

Desde el principio de la pandemia, la preocupación siempre ha sido no tener actividad. “En cuanto terminaron los tres primeros meses y pudimos a salir a la calle, empezamos a ensayar aunque fuera con grupos muy pequeños”. Pronto llegaron las primeras actuaciones, como en el festival al aire libre Urmuga “en el que vamos cantando por los montes”. Toca, de todas formas, mirar a este 2022 que ya está en marcha. “Miramos al nuevo año con optimismo, sin ninguna duda, porque aunque la actividad no es la que era, nos esperan cosas muy interesantes” con actuaciones en París y Nantes, por ejemplo, y de nuevo en Madrid el 17 de marzo. “No tenemos la agenda con la alegría de antes pero tenemos conciertos, vamos poco a poco retomando el camino”.