Ekain Elorza: "Estamos en un momento muy tranquilo; disfrutando de todo lo que hemos hecho"

- Tras empalmar las giras de sus dos primeros discos y convertirse en una de las formaciones más en forma del momento, los componentes de Morgan tuvieron que hacer una pausa en el camino antes de lanzarse a su siguiente álbum. El resultado es The river and the stone, que presentarán en Donostia este jueves, tal y como indica su batería Ekain Elorza, con muchas ganas.

Por segunda vez al Victoria Eugenia con todo vendido.

-Tenemos muchas ganas porque tenemos muy buen recuerdo de la anterior vez. Impone mucho porque es muy emblemático y en la anterior vez yo tenía muchos nervios. Para mí, fue de los mejores conciertos de la gira anterior, así que volvemos con muchas ganas, más sabiendo que se agotaron las entradas al poco de salir.

Parece que tienen una conexión especial con el público donostiarra.

-Sí, desde el primer concierto que fue en la sala Dabadaba. Luego hemos estado en Intxaurrondo y en el Jazzaldia, que yo lo he nombrado varias veces como un hito en nuestra carrera. No solo por el cariño que le tenemos al festival, sino porque para nosotros fue prácticamente la primera vez que tocábamos en un escenario tan grande al aire libre. Nos sirvió como prueba para saber si nuestras canciones servían para un formato así.

Ahora vienen con un nuevo disco que sigue la línea del anterior, 'Air'. ¿Se encuentran en su momento más consolidado?

-Estamos en un momento muy tranquilo, disfrutando un montón de todo lo que hemos hecho hasta ahora y lo que hemos trabajado y sembrado.Es una gira de recoger sensaciones y volver a sentirnos banda tras casi dos años sin tocar. Se nos ha hecho súper raro. Estamos todavía en el comienzo de la gira, pero, poco a poco, volvemos a estar en forma y a entendernos en el escenario cómo lo hacíamos antes. Es un momento dulce.

Los casi dos años sin tocar se deben a un más que necesario respiro tras dos giras prácticamente continuas, ¿no?

-Sí. Queríamos, sobre todo, descansar un poco. Necesitábamos parar unos meses y juntarnos en el local para hacer un disco con calma, sin ningún tipo de calendario ni presión. Simplemente juntarnos los cuatro y ver qué iba sucediendo. Nos fuimos a la sierra a vivir juntos y estuvimos seis meses tocando y tocando. Un montón de temas se quedaron en el camino, pero el resultado es un disco reposado, de largo recorrido. Sabemos que quizás no sea un álbum que entre de primeras, pero que creemos que dará más frutos dentro de un año que ahora mismo.

Hablan siempre de la importancia de escuchar un disco al completo. Algo que se está perdiendo.

-Totalmente. Le damos al disco el valor de un todo, no como canciones sueltas. La selección de temas tuvo que ver más con eso que pensando en un single más potencial que otro. Creo que es algo que se entiende mejor cuando se nos ve en directo y se ven mezcladas las nuevas canciones con las anteriores y cómo algunas son simplemente pasajes para cambiar de tercio.

Tengo entendido que usted es un obseso del repertorio, ¿no?

-Sí (risas). Me fijo mucho en ellos. Hay canciones que simplemente están ahí para darle sentido a la anterior y a la siguiente. Me parece un arte hacer un repertorio con sentido en el que cada canción tenga su momento. Le dedico muchísimas horas y luego, entre todos, le damos forma. Si tenemos que inventarnos, por ejemplo, una introducción para una, lo hacemos. Para Home, durante años usamos la de Pink Floyd.

En el nuevo repertorio seguro que no falta 'Paranoid fall', un viraje más que claro hacia el rock y que seguro se convierte en una de las favoritas del público.

-Las canciones más cañeras siempre entran mejor en la primera escucha. Paranoid fall tiene pinta de que se va a quedar en el repertorio una buena temporada (risas). Para nosotros es un tema muy natural porque venimos del rock. Comentamos que un tema con más ritmo nos vendría bien y surgió improvisando. Apareció el riff y a partir de ahí la hicimos, pero es de las pocas que han salido tan improvisadas.

En el disco vuelven a incluir un tema en castellano, 'Un recuerdo y su rey'. Ya es una seña suya que una canción por disco sea en este idioma.

-Pues estuvo a punto de no entrar. Fue el último en hacerse. En enero hicimos dos semanas de preproducción en un estudio de Madrid y era una canción que tenía un riTmo muy folk de la que teníamos la melodía. Sabíamos que había algo pero el arreglo no entraba muy bien en el repertorio. Nina (cantante y pianista) nos decía que le sonaba a castellano y si conseguíamos encajarla, la haría así. El penúltimo día antes de irnos a grabar probamos a llevarla a medio tiempo y nos convenció. Nina compuso la letra y entró, pero nunca se pensó en que había que hacer una en castellano.

Viendo que lo que más se escucha de Morgan en las listas de reproducción es 'Sargento de hierro', lo fácil quizás sería ir en esa dirección.

-Si buscásemos eso sí, pero nosotros no lo vemos de esa manera. Hacemos la música que nos gusta y estamos muy contentos de ello. Encima viene la gente a vernos, por lo que no podemos estar más que agradecidos. ¿Para qué vamos a cambiarlo? Si nos sale de natural, no nos conviene forzar. Aunque esto es algo que te digo hoy, igual en un año o tres me apetece cambiar un poco, pero nunca lo haremos con la mentalidad de que si lo hacemos así vamos a arrasar. El reto está puesto en otros lugares, como conseguir tocar cada vez más fuera. Sabemos que es difícil pero, ¿por qué no?

Por el momento, el año que viene, tras terminar la gira por teatros, se unirán a la de Fito.

-Eso es. En marzo nos juntamos con él y no podemos estar más que agradecidos. Nos invitó y estamos deseando hacerla. Ver una gira de ese tamaño desde dentro es una oportunidad única. Nos va a venir muy bien y será una experiencia más que nos llevamos.