- “No pensaba que iba a poder dedicarme profesionalmente a la música, he persistido en ello y aquí estoy”. Además de ser el responsable de MusicLAB, el oriotarra Eñaut Martí también es el guitarrista del grupo Shanghai Qiutian, con el que gira por China. En Euskal Herria también participó en otros proyectos musicales como Citizen Kane o Giranice, pero reconoce que su experiencia en este conjunto “está siendo un verdadero sueño”. A Martí la música le sirve para “poder localizarse”, para establecer relaciones en la escena local. En este sentido, para poder entender la cultura y a los jóvenes del lugar decidió impulsar un grupo no pensado para extranjeros, sino que respondiese a esa sociedad: “Para mí es mágico”.

Hace un par de meses concluyeron la gira de presentación de su primer álbum largo: “Ha sido increíble, había más de 500 personas en cada concierto”. Como es un grupo al que “le gusta hacer ruido”, la banda tiene un estudio a las afueras de Shanghái donde prepara ya su segundo trabajo. Martí opina que las principales diferencias entre la escena china y la vasca se encuentra en los tiempos, aquella lleva unas tres décadas de retraso: “En los 80 en China no hubo esa comunidad que tocaba”. En la actualidad, no obstante, se está viviendo un “boom” con programas de televisión musicales y la apertura de más salas de conciertos.

Asimismo, explica que el fenómeno musical se ha “comercializado” mucho y, por lo tanto, “en China es mucho más fácil vivir de la música que en Europa o Euskal Herria”. Pone su propio ejemplo, si el segundo disco de Shanghai Qiutian podrían plantearse “vivir de tocar”. Todo tiene que ver, explica, con la densidad poblacional: “Puedes estar girando por 36 ciudades de diez millones de habitantes cada una”. Toda una aventura.