ás de 50 años después de convertirse en el primer largometraje abstracto del cine mundial, Ere erera baleibu izik subua aruaren Ere erera baleibu izik subua aruarensigue estando “muy vivo”. Museos y salas de arte y ensayo de todo el mundo siguen queriendo mostrar la pieza fílmica más conocida del pintor donostiarra José Antonio Sistiaga, un poema visual, como lo define él, compuesto por 108.000 fotogramas pintados a mano. La distribuidora francesa Light Cone y el hijo del creador, Gorka Sistiaga, tratan ahora de adaptar la película a las nuevas tecnologías digitalizándola en 4K.

Desde 1970, Ere erera... es proyectada cada año una o dos veces en diferentes centros artísticos de Europa y América. Sin embargo, para poder seguir haciéndolo el filme necesitaba adaptarse a los nuevos tiempos. “Cada vez menos museos y salas cuentan con proyectores en 35 milímetros para poder exponerla. Ahora solo son numéricos, por lo que era necesario remasterizarla en 4K”, explica Gorka Sistiaga, hijo de José Antonio, desde París, donde supervisa todo el trabajo.

La distribuidora gala Light Cone, que cuenta en su catálogo con más de 5.000 películas experimentales de todo el mundo, entre las que se cuentan cinco obras del pintor donostiarra incluida Ere erera..., sugirió la idea de actualizarla gracias a las ayudas que recibe para ello del Gobierno francés a través del Centro Nacional de Cine y de la Imagen Animada (CNC), y así hacer más fácil su proyección a partir de ahora.

Para ello, la familia Sistiaga contaba con dos opciones: hacerlo a partir del original o del internegativo. “A pesar de encontrarse en perfectas condiciones, podría existir un riesgo de alteración al usar el original, por lo que utilizamos el internegativo”, cuenta Gorka, que viajó hace poco más de una semana con su padre a la sede de la Filmoteca Vasca en Donostia, donde se conservan estos originales, para comprobarlos de primera mano.

Las cámaras de conservación de la institución vasca han protegido la obra de Sistiaga del paso de los años y únicamente varias tiras que fueron extraídas para una exposición han tenido que volver a ser montadas. El propio Sistiaga ha sido el encargado de supervisar este proceso “al saber mejor que nadie dónde debía ir cada extracto”: “Se están llevando a cabo todas las directrices que él marca. Incluso, una vez que la película esté terminada, se proyectará en un pase privado para que él tenga la última palabra y decida si hacen falta hacer algunos pequeños arreglos de coloridad”.

El filme ya se encuentra en París, donde se están llevando los trabajos de digitalización bajo la supervisión de Gorka. “He visto la película más de 30 veces, así que puede confiar en mí perfectamente”, apunta entre risas.

Una vez estén finalizados, una de las nueva copias regresará a Donostia, ya que la Filmoteca Vasca conservará una de ellas. Otras puede que hagan el mismo camino hacia otros museos como el Centre Pompidou parisino, la Cinemateca francesa, el CCCB de Catalunya y el Reina Sofía madrileño, que han mostrado interés en adquirirlo “al ser el único largometraje abstracto de la historia del cine”. Será entonces cuando se decida si finalmente se comercializa o no el filme. “La conservación ya estaba asegurada de antes y ahora queda comprobar si se puede seguir distribuyendo. Hay que ver si más museos la querrían”, adelanta Gorka.

Una experiencia única

Ayudas a la restauración. “Hay que verla con los ojos de un niño”

Las obras fílmicas de José Antonio Sistiaga siguen estando hoy en día “muy vivas”, como lo demuestra el centro de arte londinense Barbican Centre, que proyectará el próximo jueves Impresiones en la alta atmósfera, otra de las piezas del pintor donostiarra.

Dado ese interés, parece extraño que la decisión de restaurar Ere erera... haya tenido que venir de fuera. Algo que Gorka justifica afirmando que las ayudas en Francia para la conservación de la industria cinematográfica son notables. “Desconocemos la situación en Euskadi. Seguramente habría que ir a Madrid a hacerla y el coste sería otro. Además, ya que Sistiaga es miembro de Light Cone, resulta más interesante hacerlo en París”, revela.

La película, no obstante, no dejará de lado Euskadi, y su nueva versión se podrá ver a partir de enero del próximo año en Donostia. Será una oportunidad única para que todos aquellos que no la han visto se sumerjan por primera vez “en un mundo extraño” en el que el sol, la arena y la humedad juegan un papel fundamental sobre un metraje que carece voluntariamente de sonido. “Hay que verla con los ojos de un niño. Ser inocente, porque a primera vista va a parecer todo muy extraño. El cerebro no está acostumbrado a estas formas y colores, pero poco a poco va haciéndolo y, si lo consigue, entras en un viaje único en el que la hora y cuarto que dura te parece corta”, asegura el hijo del autor. Un viaje que, a partir de ahora, será en 4K y que a buen seguro dará una nueva relectura al imaginario visual de José Antonio Sistiaga.

“Podía existir un riesgo de alteración con el original, por lo que utilizamos el internegativo”

“La conservación estaba asegurada, ahora queda comprobar si se puede seguir distribuyendo”

Hijo de José Antonio Sistiaga