- El Museo Oteiza de la localidad navarra de Alzuza acoge desde ayer el proyecto expositivo y editorial El final de un vacío es el principio de otro, realizado por Fermín Jiménez Landa, que surge de la voluntad del artista de explorar el vacío generado entre las esculturas de Oteiza, amplificando así el sentido espacial de sus obras.

Partiendo del proceso de simbolización del espacio originado entre los elementos que componen una escultura, este proyecto lleva hasta el extremo la comprensión del vacío como materia de trabajo, explica el museo navarro en un comunicado.

Jiménez Landa ha relacionado el vacío, elemento central del lenguaje escultórico de Oteiza, con elementos más afines a su trabajo como caminar, la cartografía, la provocación de situaciones y lo narrativo, vinculando la raíz común del término vacío (vacuus) con conceptos derivados como vago, vacaciones y vagabundo.

Todo ello ha provocado un despliegue documental de sus intentos, a veces fracasados, de recorrer esos vacíos, accediendo a casas particulares, acudiendo a lugares en medio de ningún lugar o accediendo incluso a cámaras acorazadas.