eclarada Reserva de la Biosfera en 1984, única de la Comunidad Autónoma Vasca, Urdaibai es un laboratorio en el que necesariamente deben converger el desarrollo económico de su población -alrededor de 45.000 habitantes- y la conservación de sus ecosistemas. La comarca vive en un constante equilibrio para la sostenibilidad. Más si cabe si para 2026 experimenta su mayor revolución con la ampliación del museo Guggenheim en Gernika y Murueta -antigua fábrica de Dalia y el astillero-, dos sedes unidas por una vía verde. Los impulsores del proyecto ya han anunciado que será una instalación única para una zona única.

Será un nuevo modelo museístico, que aunará producción artística, ecología, tecnología, conectividad social e investigación y proporcionará al visitante una experiencia diferente y complementaria a la del actual Guggenheim Bilbao, siempre bajo los criterios de sostenibilidad y respeto al medio ambiente. Este último es un requisito indispensable, más si cabe en una comarca cuyos suelos, o buena parte, están sometidos a un Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), un documento normativo "que ordena las actividades a realizar en el suelo no urbanizable de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai desde un enfoque de sostenibilidad". En apenas 220 kilómetros cuadrados de área convergen además cuatro lugares de la Red Natura 2000: las ZEC Red fluvial de Urdaibai, Zonas litorales y marismas de Urdaibai , Encinares cantábricos de Urdaibai y la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Ría de Urdaibai. Y un amplio patrimonio a conservar.

Para muestra un botón: en la zona se encuentran joyas arqueológicas como las cuevas de Santimamiñe, ornitológicas como Urdaibai Bird Center y naturales como la ola de Mundaka y medioambientales. Urdaibai alberga 729 especies de fauna, 821 especies de flora, 86 hábitats y 52 lugares de interés geológico.

El Patronato de Urdaibai, el máximo órgano rector en cuanto a los suelos protegidos de la Reserva de la Biosfera, tendrá un importante papel en todo el proceso del salto del Guggenheim a Urdaibai. El organismo, dependiente del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco pero en el que también participan la Diputación Foral de Bizkaia, ayuntamientos o la Administración del Estado, entre otros, ha optado por el silencio por ahora. La comarca podría acoger hasta 140.000 visitantes al año en su pinacoteca natural, con una inversión global de 127 millones de euros, sufragados en buena parte por fondos europeos -unos 81 millones-, si es que llega esa ayuda de Bruselas. En todo caso, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, -conocedor de la zona al ser natural de Mundaka- ya ha anunciado que se hará "sí o sí". Los alcaldes de Gernika y Murueta -José María Gorroño y Julen Karrion- han recogido el guante lanzado por las instituciones y se han mostrado a favor de completar el proyecto para dinamizar ambos municipios.

Engarzar el impulso económico que puede dar la marca Guggenheim con la preservación natural de Urdaibai será una de las metas del proyecto. En ese objetivo será destacable la vía, de unos cinco kilómetros, que unirá la sede principal de Gernika -Dalia, puerta de entrada- con Murueta.

Y es que la regeneración de esos edificios no comportaría problema alguno, ya que en sus suelos se ubican fábricas sobre un espacio urbanizado ya, más si cabe en el caso gernikarra, situado en el polígono industrial de Ibarra.

Por el contrario, el camino entre ambos sí que transita por zonas más sensibles. Por espacios, además, que cuentan con importantes valores medioambientales o de patrimonio histórico. Saliendo desde Dalia, a pocos metros se ubica un paseo que bien podría albergar esa vía verde anunciada por la Diputación pero de la que apenas se conocen detalles. Partiendo desde el corte de la ría, que arranca cerca de la zona de Urbieta, se puede alcanzar Murueta tras pasar por Forua, desde donde además arrancan diversas pasarelas instaladas durante los últimos años por el Gobierno Vasco, que enlazan la localidad foral con otros municipios como Kortezubi o Gautegiz Arteaga -en la margen derecha- y desde allí se puede continuar incluso hasta la playa de Laida, en Ibarrangelu, y próximamente al arenal de Laga, también en suelo ibarrangelutarra.

Como si de un cordón umbilical se tratara, todo el recorrido está jalonado de joyas ambientales o patrimoniales. En la misma Gernika está la zona de Urbieta, antiguo puerto local donde apareció la embarcación más antigua descubierta hasta la fecha en el Cantábrico, "una pinaza del siglo XV de doce metros de eslora y cuatro metros de manga, fue hallada en julio de 1998 bajo la tierra y el lodo, en el estuario de la ría", asegura la Diputación Foral, que es la institución que la custodia en el Museo Arqueológico de Bizkaia. Evidentemente, es una zona de presunción arqueológica.

Otra joya histórica en el camino está apenas un kilómetro más adelante, donde se puede acceder al poblado romano de Forua, en la colina de Elexalde. Descubierto en 1982, es el yacimiento romano más importante de Bizkaia, tanto por su extensión como por su estado de conservación, y estuvo ocupado entre los siglos I y V d.C. En las ubicaciones están además las marismas, con especial importancia la de Orueta (Gautegiz Arteaga), un paraíso ornitológico sobre el que se asienta Urdaibai Bird Center. Y ya en Murueta, hay dos puntos destacados: su tejera y el propio astillero, final del camino del Guggenheim compartido entre Gernika y Murueta.

En la memoria queda el proyecto primigenio presentado en 2008 de ubicar un Guggenheim en Sukarrieta, en el edificio de las colonias, que quedó en un cajón. Las instituciones confían ahora en un proyecto más sostenible para un museo único en una Reserva de la Biosfera única.

Rementeria ha asegurado que el proyecto tendrá sello ambiental, mientras los alcaldes Gorroño y Karrion confían en que así sea

Urdaibai, Reserva de la Biosfera desde 1984, es una zona necesitada de estímulos para su desarrollo económico y social