La Euskadiko Orkestra ha grabado su primer disco con el actual director titular, Robert Treviño, y lo ha hecho centrándose en uno de los más conocidos compositores de finales del XIX y principios del XX: Maurice Ravel. Así lo reconoce el propio Treviño, cuestión que ha supuesto un "reto" para el conjunto vasco: "A Ravel se lo ha interpretado excelentemente a lo largo de la historia. Así que cuando decides grabar la música de un compositor como él, hay que pensárselo muy bien como intérprete, como artista, como orquesta, como grupo de músicos". La Euskadiko Orkestra se lo pensó muy bien y, tras grabar el pasado mes de octubre en el Kursaal -el escenario tuvo que ser ampliado para que entrasen los 90 músicos y se garantizasen las medidas anticovid-, el resultado es el disco que este lunes se ha presentado en la sede de la agrupación en Miramón y en el que ha intentado explorar "los ritmos vascos ocultos" del creador de Ziburu.

Ravel: Orchestral Works es un álbum con seis composiciones -Bolero, La valse, La alborada del gracioso, Une barque sur l'ocean, Rapsodia española y Pavana para una infanta difunta- editado por el prestigioso sello finlandés Ondine con el que la Euskadiko Orkestra publicará un segundo trabajo este año; en ese caso, dedicado a compositores estadounidenses poco conocidos.

"Es muy importante reconocer que la orquesta siente una gran afinidad con la música de Maurice Ravel", piensa Treviño. No en vano, se trata del segundo monográfico que la agrupación graba interpretando partituras del músico de Iparralde. "Si nos fijamos en algunas de sus obras, como su Trío, entre otras, podemos encontrar ritmos vascos, modismos populares vascos que se hallan ocultos por toda su música", comenta el batuta de la Euskadiko Orkestra. A su juicio, "interpretar su música, no como una orquesta francesa, ni como una orquesta española, sino como una vasca" otorga una "perspectiva" sobre su obra que "apenas se ha explorado".

Cambio radical

Treviño ha querido recordar el contexto en el que el ziberutarra escribió partituras como La Valse o Rapsodia española durante las primeras dos décadas del siglo pasado. Ravel compuso La Valse en un momento en la que "el mundo se encaminaba hacia la Primera Guerra Mundial y en una época en la que se avecinaban grandes cambios, la escribió como una despedida "a la vieja Europa". "Ahora estamos experimentando un cambio radical en la historia", opina Treviño, para después añadir que "un increíble compositor" como el de Ziburu demuestra que determinadas melodías "no sirven para un solo momento en la historia". "Siempre nos enfrentamos a cambios. Siempre nos enfrentamos a revoluciones, radicales y repentinas de todo tipo, ya sean políticas, éticas, humanas o biológicas en este caso", señala el director, que asegura que la Euskadiko Orkestra ha decidido interpretar estas piezas no solo para "expresarse", sino "para transmitir cómo el momento actual es similar al momento en el que Ravel las compuso". Y también para demostrar que el conjunto vasco, con Treviño al frente, puede dar "un nuevo aire" a su música.