ivimos el verano más raro de nuestras vidas. A todos nos apetece ir a la playa y tomar unas cervezas en el chiringuito (el plan veraniego por excelencia), pero entre las precauciones que hay que tomar y el miedo a las aglomeraciones, da bastante pereza. Una buena alternativa es cambiar el chiringuito por el caserío y la cerveza por la sidra, acudiendo al caserío Igartubeiti de Ezkio.
En el caserío-museo Igartubeiti se puede degustar y vivir una experiencia sidrera completa, de la mano de un programa de actividades y unas visitas adaptadas a diferentes públicos y en formatos reducidos.
Adentrarse en Igartubeiti es descubrir la cultura, la tradición y el valor social de la sidra. Su caserío del siglo XVI alberga el único lagar en madera de Euskadi capaz de elaborar sidra tal y como lo hacían hace 500 años.
Por un lado, se ofrece la gincana El refresco favorito de Martintxo para jóvenes y familias, con entretenidas pruebas en el exterior del museo, hasta descubrir la bebida preferida de Martintxo (el niño que vivía en el caserío). El precio de esta actividad es de 2 euros por familia. Los interesados podrán recoger la información en la recepción del museo y realizar la actividad a su aire.
Por otro lado, cinco mujeres productoras de sidra de los siglos XVI, XVII y XVIII cuentan sus vivencias en la exposición temporal Emakume ekintzaileak sagardogin-tzan (mujeres emprendedoras en la actividad sidrera).
En aquellos siglos las mujeres cobraban entre la mitad y la tercera parte de los hombres y tenían menos derechos. Era habitual encontrar mujeres trabajando en los manzanales y comercializando sidra. Las cuatro protagonistas de la exposición se dedicaban a ello. Su determinación ante la adversidad les hizo salir triunfadoras y les dio la posibilidad de defender unos derechos que se les querían arrebatar. Las cuatro protagonistas de la muestra son la lezotarra María de Labaien, las donostiarras María de Etxeberria y Ana de Beroiz y Fagola y la errenteriarra María Josefa de Orobio.
Además, la exposición Cuando el Mundo empezó, mitos y leyendas del Pirineo da a conocer la gran riqueza de la tradición oral pirenaica, que se ha transmitido a través de los cuentos y leyendas. Es un proyecto coproducido por la red Patrim, red transfronteriza de museos, ecomuseos y centros de interpretación del patrimonio de los Pirineos de la que Igartubeiti forma parte.
Se puede visitar el museo por libre, escaneando los QR, o tomando parte en las visitas guiadas. El horario de las visitas comentadas es el siguiente: 11.00 horas en euskera, 12.30 horas en castellano y 17.00 horas en euskera o castellano
Por si todo eso fuera poco, Igartubeiti ofrece junto al museo Zumalakarregi de Ormaiztegi el itinerario Un viaje a nuestro pasado. La visita a los dos museos ofrece la oportunidad de descubrir el mundo rural de los siglos XVI y XVII y los grandes cambios sociales que se produjeron en los siglos siguientes. Esta visita incluye una cata de queso Idiazabal y sidra (o zumo de Goierri).
Además, estos dos museos se han sumado a las celebraciones del 200º aniversario del nacimiento del bardo Joxe Mari Iparragirre, participando en el proyecto La ruta Iparragirre, una vida, tres lugares. Esta ruta invita a descubrir la sociedad rural del siglo XIX, visitando los mencionados museos y el casco antiguo de Urretxu (localidad natal del bardo).
El caserío-museo Igartubeiti abre sus puertas de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas. Tanto el museo como las visitas y actividades se han adaptado a la nueva realidad y se han implantado todas las medidas de seguridad.
La verdad es que dan ganas de olvidarse del chiringuito por un día y visitar Igartubeiti. Además, Ezkio cuenta con muchos otros atractivos: la iglesia de San Miguel (del siglo XIV), el frontón (con pared en el lado derecho), la ermita de Santa Marina, el crucero, la picota, los caseríos Zelaa, Salete, Pagoaga y Zubitain, el monte Izazpi...