DONOSTIA - El festival de jazz de Donostiako Jazzaldia ha cerrado este pasado domingo una "grandísima" 55 edición, "medicinal", en la que ha destacado el "extraordinario" nivel de las actuaciones y la "actitud ejemplar" del público en el cumplimiento de los protocolos de seguridad sanitaria frente al covid-19.

En rueda de prensa en la capital guipuzcoana, el edil donostiarra de Cultura, Jon Insausti, y el director del festival, Miguel Martín, han realizado balance de esta edición de la que, en primer lugar, han destacado que, finalmente, haya podido celebrarse, ya que hace tres meses, en plena pandemia por coronavirus, "nadie sabíamos cómo íbamos a estar" del 22 al 26 de julio.

Insausti ha señalado que el Ayuntamiento donostiarra decidió hacer "una apuesta" por su celebración, cambiando el programa, limitando aforos, etc, porque "la cultura es un elemento estratégico". Además, ha destacado que, mientras que se pensaba que sería "algo pequeño", finalmente, se ha celebrado "un festival fuerte" que ha demostrado que "la experiencia cultural es segura".

"Tanto cultura como salud van de la mano", ha subrayado, al tiempo que ha puesto en valor los "duros meses de trabajo" tras esta 55 edición que ha calificado de "medicinal para la ciudad, para el público y para el sector cultural" que es "estratégico" para Donostia. También ha subrayado la "actitud ejemplar" del público.

Por su parte, Martín ha explicado que el objetivo era celebrar "de forma segura" esta edición y, finalmente, "se ha conseguido". "No ha existido ninguna incidencia", ha subrayado, al tiempo que ha recordado que la climatología también ha acompañado. El director del Jazzaldia ha incidido en que el aficionado recordará esta edición del festival, no sólo por las limitaciones impuestas por el covid-19, sino porque ha sido "de las más brillantes y excepcionales vividas en las últimas décadas".

EMOCION

A este respecto, ha subrayado que la forma de trabajar con los músicos, "más cercana" que la que suele darse con las "estrellas" de Estados Unidos, ha permitido muchas colaboraciones y el hecho de que para algunos fueran sus primeras actuaciones tras la pandemia ha cargado "de emoción" los escenarios.

En este sentido, ha aplaudido que la intensidad de los músicos que han tomado parte en esta 55 edición ha sido "de trece sobre diez", con actuaciones como la de Mariza o Silvia Pérez Cruz y Marco Mezquida, que han puesto "la piel de gallina". También ha desatacado los conciertos de Michel Portal, Iñaki Salvador, Jorge Pardo, Chano Domínguez, con un nivel "extraordinario". "Lo difícil sería encontrar alguna actuación que bajase del diez", ha insistido.

También ha puesto en valor los conciertos de las terrazas del Kursaal y el hecho de que Txikijazz al no contar con talleres y actividades paralelas ha permitido "centrarse mucho más en la música al público familiar". Según ha indicado, el aforo, al 50% por el covid-19, se ha completado y la recaudación ha crecido un 33% con respecto a las estimaciones realizadas tras los límites del aforo, situándose un poco por debajo de la mitad de la del pasado año debido a que las entradas eran más baratas. "La respuesta del público ha sido superior a la que esperábamos en esta grandísima edición", ha subrayado.

EDICION 56

En cuanto a la edición del próximo año, la 56, que tendrá lugar del 21 al 25 de julio, Martín ha avanzado que ya está "muy adelantado" el programa, confiando en que para entonces los aforos vuelvan a sus dimensiones originales y las condiciones "se normalicen".

Según ha avanzado, pasarán por el festival, entre otros, Herbie Hancock, Gregory Porter, Mulatu Astatke, Yann Tiersen, Brad Mehldau, la joven saxofonista Lakecia Benjamin, como novedades; así como los artitas ya anunciados para este año, que finalmente no pudieron actuar por el covid-19, Simple Minds, Cecile McLorin-Salvant, Kurt Elling con Charlie Hunter, Hiromi, León Benavente y Vintage Trouble. John Zorn por su parte no vendrá al festival hasta 2022 al no poder reunirse los músicos de sus dos cuartetos Masada el año que viene.