- Aunque durante esta semana algunas librerías del territorio ya han atendido a algunos de sus clientes, siempre con cita previa, el gremio ultima los preparativos para llegar al inicio de la fase 1, el próximo lunes, en la que estos comercios abrirán, también, con un aforo restringido al 30% y dos metros de distancia entre clientes.

El presidente de la asociación que aglutina a las librerías de Gipuzkoa y también responsable de Zubieta en Donostia, Adolfo López Chocarro, comenta que a algunos comerciantes les ha llegado a sorprender el anuncio de la posibilidad de reapertura en las fases iniciales de la desescalada: “Pensábamos que sería hacia finales de mayo o principios de junio”. El sector del libro mira con cierto positivismo las características de las distintas fases que, incluso, les permitiría hacer algún taller con aforo reducido en locales de determinadas características. “Hasta te sorprende que algunas actividades se puedan poner en marcha”, confiesa López Chocarro.

Volvemos despacito es el eslogan que han elegido las librerías de Madrid para esta ocasión, un lema que el presidente hace suyo. Comenta que esta primera semana, sobre todo, los locales han servido de “punto de recogida de pedidos” y opina que la cita previa casa mal con la “esencia de las librerías”; es decir, que el cliente deambule y se pierda entre volúmenes, en busca de algo que le sorprenda.

Así, el gremio está utilizando el tiempo de esta semana para adecuar los locales (en algunos casos también están instalando mamparas), estudiarse bien los protocolos y regularizar la situación de los empleados.

¿Y de aquí en adelante qué? “La desescalada responsable de la que todos nos tenemos que concienciar”, explica el librero. Durante los próximos meses, como en el resto de sectores, aplicarán “protocolos de buenas prácticas” que deberán “cumplirse a rajatabla”, tanto por los clientes como por los trabajadores.

Eso implicará, a su juicio, “un cambio de mentalidad” a la hora de atender a los clientes y también en el proceder de los empleados, aunque reconoce que no les será “difícil” aplicar los protocolos y mantener los aforos en función de cada fase. Eso sí, ese “cambio de mentalidad” implicará que tanto libreros como lectores tomen conciencia de que deben manipular los ejemplares lo menos posible y, cuando lo hagan, siempre respeten las normas de higiene.

Ahí se encuentra una de las grandes paradojas de esta situación, dado que una de las características del cliente habitual es la de rebuscar en las estanterías. “Lo que hay que hacer es tener muy claro que, cada vez que entra un cliente en la tienda, tanto este como el librero tienen que cumplir una serie de normas: llevar guantes e higienizárselos, llevar mascarilla...”, expone López Chocarro, que añade que los responsables de los comercios tienen que llevar a cabo varias limpiezas a lo largo del día, no solo de los estantes, sino también del resto de espacios.

Una de las mayores incertidumbres que manejan está relacionada con las novedades y las devoluciones. Entre las instrucciones que han recibido del Gobierno del Estado, se encuentra la de que cualquier volumen devuelto debe permanecer quince días en cuarentena, al tiempo que habría que limpiarlo de forma exterior con un producto adecuado para ello.

Algo parecido ocurre con las novedades. Las primeras, que pertenecen a grandes grupos como Planeta o Penguin Random House, están previstas para el 19 de mayo. “Estamos esperando a saber qué es lo que hay que hacer con esas llegadas, si hay que esperar un tiempo, si hay que higienizar los libros y las cajas...”, explica.

Asimsimo, López Chocarro agradeció la implicación de las instituciones, tanto de los ayuntamientos del territorio como de la Diputación, que, asegura, han estado pendientes de su gremio y han respondido a la situación destinando partidas al sector y también recogiendo la propuesta de los libreros de crear un nuevo bono cultura, que se pondrá en marcha en junio.

Los libros que se devuelvan a las tiendas deberán permanecer quince días en cuarentena para evitar nuevos contagios

El Gremio de Libreros

siente el respaldo de las instituciones que han aceptado su propuesta para un nuevo bono cultura