donostia - Chillida Leku y el centro Botín de Santander pusieron en marcha en verano una promoción conjunta por la que las personas que acudieran al museo en Hernani o al espacio de arte de Santander pudieran disfrutar de un descuento del 20% en el precio de la entrada del centro que no hubieran visitado. La iniciativa fue todo un éxito y unos meses después ambos museos, junto con el Bellas Artes de Bilbao, han decidido continuarla.

El acuerdo de colaboración fue rubricado ayer en la centenaria pinacoteca bilbaina por el director de la misma, Miguel Zugaza; el director general de la Fundación Botín, Íñigo Sáenz de Miera, y la directora de Chillida Leku, Mireia Messegué. Pero el convenio va mucho más allá de la bonificación tarifaria, que supondrá un descuento del 20% a aquellos visitantes de uno de los tres centros que se acerquen a alguno de los otros y del 30% para quienes sean socios o "amigos" de las respectivas instituciones museísticas, que en el caso del Bellas Artes de Bilbao suponen ya casi 4.000 personas.

Se trata de crear alianzas que contribuyan a potenciar un importante eje artístico cantábrico, creando sinergias entre estos tres centros museísiticos. Por ello se promocionará la colaboración y la oferta cultural de cada uno de los museos para potenciar el intercambio de visitantes en el ámbito de este nuevo eje de cooperación como un referente del arte contemporáneo a nivel internacional en la cornisa cantábrica.

"Esta ruta entre museos, geográficamente próximos, no hace sino poner luz, iluminar una de las geografías más dinámicas y diversas de plataformas de difusión del arte, no solo de España, sino diría que de Europa". Zugaza confía además en que "la iniciativa se extienda a otros puntos y centros de la cornisa cantábrica y que se convierta en lugar de encuentro para todas las instituciones con las que compartimos el propósito de difundir socialmente el arte".

bilbao-hernani-santander A tan solo una hora y cuarto en coche desde Bilbao, ubicado en pleno muelle de Santander, se encuentra el centro Botín, que abrió sus puertas en junio de 2017. Realizado por el arquitecto Renzo Piano, y con una inversión de unos 100 millones de euros, los agentes económicos y sociales contemplaron el proyecto como un revulsivo para la comunidad.

El Centro Botín nació como un lugar propicio para el encuentro, con uno mismo y con los demás, y cuenta con una superficie total de más de 10. 000 metros cuadrados. Una de sus características más evidentes es el revestimiento de una piel de cerámica compuesta por 270.000 piezas circulares que reflejan la luz y los colores cambiantes del Cantábrico y del cielo.

El director de la Fundación Botín, responsable de la gestión del Centro del mismo nombre, Íñigo Sáenz de Miera, explicó ayer que nació "de forma natural" de la convicción de que "el arte y su difusión nos hacen mejores personas". "La sede en Santander de la Fundación Botín surgió en época de crisis y muchos opinaron que, con la que nos estaba cayendo, no estábamos para centros de arte. Pero desde la Fundación siempre hemos estado convencidos de que pocas cosas como el arte tienen capacidad para generar desarrollo social y personal y que la colaboración es la nueva innovación. Los retos no se pueden afrontar solos".

Chillida Leku, el paraíso que creó Eduardo Chillida en el caserío Zabalaga para mostrar su obra en un entorno natural, reabrió sus puertas el pasado mes de abril después de que hace más de ocho años su familia tuviera que cerrar por problemas económicos. El acuerdo con la galería suiza Hauser & Wirth, que representa en exclusiva para todo el mundo al escultor, ha permitido que el que fuera el mayor sueño de Chillida vuelva a renacer. El renacido museo cuenta 43 esculturas en las once hectáreas de jardines que rodean Zabalaga, dos de ellas nuevas: Buscando al luz, una obra que en su momento fue adquirida por un coleccionista suizo, y Elogio del hierro, del BBVA y que estuvo expuesta en Bilbao junto a la sede de este banco durante muchos años.