arrasate- Arrasate se convertirá a partir de hoy en la capital mundial del acordeón. Este instrumento volverá a brillar sobre las tablas del Amaia antzokia en el marco de los concursos que comanda Hauspoz Euskal Herriko Akordeoi Elkartea, y que atesoran cuatro décadas de andadura. La estructura piramidal de este encuentro y la propia filosofía de fomentar el repertorio original y actual de la cita que congrega a acordeonistas de diferentes partes del mundo, son factores determinantes para diferenciarlo del resto de concursos internacionales.

¿Qué hace especial a los certámenes de Arrasate?

-A nivel de Gipuzkoa y Euskal Herria son una ventana abierta para que nos vean y nosotros miremos al exterior. El funcionamiento de los concursos internacionales es complejo. Organizar un evento de estas características y que desde fuera se perciba que se han tenido en cuenta distintas sensibilidades, escuelas de música y estilos, solo se logra después de años mostrando esta actitud. Y en Arrasate se ha conseguido. Para nosotros es muy importante ser consecuentes y coherentes con nuestro instrumento, y con nuestra ideología, en este caso, la música y el acordeón. Evitamos, además, que haya miembros del jurado que se repitan muchas ediciones seguidas, e intentamos que sus integrantes representen a escuelas destacadas y diferentes. He estado en muchos certámenes y el trato humano que se recibe en Arrasate, sobre todo gracias a SUDC Elkartea -se encarga de preparar las comidas y cenas de los participantes- es impresionante. Por lo que nos transmiten, los músicos se van con un buen sabor de boca.

Además, el concurso internacional Arrasate Hiria está considerado entre los tres más importantes a nivel internacional.

-Desde la organización no tenemos una visión competitiva. No hablamos de un primero, segundo o tercero en el ranking, pero está claro que este certamen hoy en día está en el top de nivel de concursos internacionales, y en este top nosotros colocamos a tres.

¿A cuántos participantes va a congregar este año?

-En su 27ª edición va a contar con una decena de acordeonistas procedentes de Serbia, Bielorrusia, Polonia, Francia, Moldavia y Finlandia.

Ninguno vasco.

-En esta ocasión no, pero los hemos tenido. De hecho, en el palmarés hay dos ganadores vascos, Iñigo Aizpiolea (1997) y María Zubimendi (en 2017 la zumaiarra se llevó el trofeo ex aequo con la eslovena Neza Torkar). Ambos son ahora miembros de la organización.

Y el certamen de Gipuzkoa, ¿cómo se presenta este año?

-En su 40ª edición va a contar con una treintena de intérpretes vascos, pero también de Aragón, Cantabria, Catalunya, Galicia, Navarra, Murcia y Madrid. Está dirigido a alumnos y alumnas de conservatorios profesionales de Euskal Herria y el Estado. Consta de tres categorías, la infantil, la junior y la senior para mayores de 18 años. Aunque las cifras de participantes dependen de muchos factores, en senior este año contaremos con nueve acordeonistas, más que en otras ediciones.

La cita tiene también su vertiente pedagógica.

-Ese es el objetivo que nos marcamos desde el principio, que el certamen sirva humanamente y musicalmente para algo. Es muy destacable la utilidad a nivel pedagógico que aporta la celebración de estos concursos de cara al incentivo y motivación del alumnado de acordeón. El Festival Gipuzkoa tiene un carácter formativo y no competitivo, y está compuesto por un total de once categorías, distribuidas por edad y conocimiento.

¿Se han cumplido los objetivos que se establecieron en su día?

-Hace unos años no podíamos imaginar que llegaríamos al nivel actual. Los objetivos se han sobrepasado por mucho. En los últimos años se ha alcanzado un nivel sólido y estable, y la edición de 2019 no hace más que corroborarlo.

¿Qué les diría a aquellas personas que no conocen este evento acordeonístico?

-Que hoy y el domingo, jornadas en las que se celebran los concursos Gipuzkoa e internacional, van a tener la ocasión de ver a músicos que tocan el acordeón de manera admirable. Es una muestra de muy alto nivel de los estudiantes actuales. Mañana, con el festival, se genera un ambiente muy bonito en Arrasate; 270 participantes con sus respectivas familias en un día a ritmo de acordeón y música.

¿De qué salud goza el acordeón en Euskal Herria?

-En estos momentos está al mismo nivel que otros instrumentos. Hay muchos profesores impartiendo clase y el número del alumnado es muy comparable al del resto de instrumentos. Podemos decir que el acordeón goza de buena salud. Aunque como sociedad nos tenemos que replantear la importancia que le damos en general a la cultura y a la música; ahí tenemos un problema.