donostia - Siete meses. 229 días. Eso es lo que ha durado la huelga de los mediadores de la biblioteca de creación de Tabakalera, Ubik, que finalizó ayer con la rúbrica de un acuerdo entre el colectivo de trabajadores y la empresa Sedena, subcontrata responsable de la gestión del servicio más demando del Centro Internacional de Cultura Contemporánea con casi 180.000 usuarios en 2018. La biblioteca volverá a abrir hoy al público y retomará su programación y servicios.
El colectivo ha conseguido un acuerdo que se desarrollará entre 2019 y 2022 y que conllevará una serie de mejoras sobre sus condiciones laborales. El acuerdo al que han llegado las partes contempla un aumento del salario de un 32% -de 18.000 hasta los 23.947 euros- en cuatro años y además comenzarán a percibir pluses con los que hasta la fecha no contaban -el de domingos y festivos, el de disponibilidades y el de antigüedad-. Asimismo, han conseguido una reducción de 97 horas anuales, pasando de las 1.742 a las 1.645.
En cuanto a la conciliación, uno de los pilares del conflicto, se ha llegado al acuerdo de lograr “un calendario más ordenado y soportable, con más fines de semana libres, además de la posibilidad de disfrutar de vacaciones en verano”, detallaron ayer desde el sindicato ELA, desde donde incorporaron que se han añadido “cláusulas que garantizan la estabilidad laboral, que mejora las bajas y que blindan la ultraactividad indefinida del propio acuerdo”.
La central valoró “muy positivamente” este pacto, “así como la actitud y audacia que han tenido los huelguistas, poniendo la creatividad en el centro del conflicto” e insistieron en que el logrado demuestra que “la precariedad se puede combatir y se puede vencer”.
Por su parte, desde Tabakalera, que se congratuló del desbloqueo de la situación, afirmaron que, “respondiendo al compromiso adquirido y hecho público desde el inicio del conflicto”, tienen previsto publicar durante el mes de agosto la nueva licitación para contratar los servicios de atención de Ubik. La subcontrata navarra, que también es la responsable de la Escuela Elías Querejeta, se hizo con el contrato de la gestión de la biblioteca en el año 2015 por un precio de 454.000 sin IVA -después de dos años, el contrato entró en un periodo de prórroga anual hasta 2021-.
“Dicha licitación posibilitará las mejoras laborales pactadas entre los trabajadores y la empresa adjudicataria Sedena”, explicó Tabakalera a través de una nota de prensa, en la que también recordó que en toda esta situación “ha mantenido desde el inicio del conflicto su posición favorable a conseguir una mejora relevante en las condiciones” de los empleados.
229 días de desacuerdos Las primeras denuncias sobre la “precaria” situación de los trece mediadores de la biblioteca comenzaron en otoño del año pasado -cuatro no secundaron los parones y, pese al cierre de la biblioteca, continuaron trabajando junto al equipo de Tabakalera-: sueldos medios netos menores a 1.000 euros -prorrateado en 14 pagas-, sin pluses de domingos y festivos, y problemas de conciliación familiar y también para coger vacaciones.
Después, durante los meses de noviembre y diciembre, el colectivo recogió firmas y llevó a cabo paros parciales hasta que, tras no llegar a un acuerdo, inició una huelga que ha durado siete largos meses.
Durante este tiempo, las conversaciones a dos bandas entre el colectivo y la subcontrata han ido a distintas velocidades, algunas más lentas y otras más rápidas. La empresa Sedena no se sentó a la mesa hasta el 37º día de huelga; de forma paralela, los huelguistas exigían que Tabakalera participase en ella. No obstante, tal y como recordó ayer la institución, esta siempre ha mantenido que las conversaciones debían darse entre las partes “como la única vía de solución al conflicto”.
En un primer estadio, Sedena ofreció una serie de subidas de sueldo -pasando del 10% antes de la huelga, al 15% cuando se iniciaron las negociaciones- y una revisión del calendario para facilitar el acceso a las vacaciones; por contra, el colectivo de mediadores reclamaba un convenio propio -se les aplica el de Ocio y Animación Sociocultural estatal- que albergase las líneas principales del de Intervención Social -es el que se les aplicó a los trabajadores de la mediateca del Azkuna Zentroa de Bilbao tras una huelga que duro 38 días-.
Tiempo después, a finales de junio de este año, el entendimiento parecía estar cerca: estaban de acuerdo en cuanto a pluses y salarios, solo faltaba llegar a un acuerdo sobre el calendario que facilitase la conciliación de los empleados -los huelguistas se mostraban partidarios a relajar sus exigencias sobre horas al año, a cambio de un buen calendario-. El nudo gordiano fue cortado, por fin, ayer.
apoyo cultural Durante estos meses los trabajadores en huelga han llevado a cabo varias concentraciones -la última el 22 de junio- y también han recibido el apoyo de muchas personalidades del mundo de la cultura, empezando por la artista Esther Ferrer que los llegó a alabar públicamente e hizo una performance con ellos en la inauguración de su exposición 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23... en Tabakalera.
Además, se ha posicionado a su favor uno de los directores de Handia, Jon Garaño, así como el protagonista de la cinta, Eneko Sagardoy, además de otros actores como Sara Cozar, Iñaki Beraetxe, Gorka Otxoa; bertsolaris como Unai Iturriaga, Uxue Alberdi y Jon Maia; músicos como Iker Lauroba, Maite Arroitajauregi Mursego y Olatz Salvador; y el bailarín y coreógrafo Jon Maya, entre otros.