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“Twitter es un campo de minas de ‘Juego de Tronos”

“Twitter es un campo de minas de ‘Juego de Tronos”

1Si lo entendemos como una especie de desequilibrio entre la oferta y la demanda, parece que sí está empezando a producirse una burbuja. En cuanto a lo de si vivimos en la Edad de Oro, según los teóricos, constaría de una mayor involucración en las producciones, creativa, económica y literaria. La primera Edad de Oro la situaría en la época de Alfred Hitchcock Presents o The Twilight Zone, pero el punto inicial de la actual se encuentra en el momento en que HBO decidió producir sus propias ficciones de larga duración (Oz, The Sopranos, Six feet under, The Wire, etc.). En pleno 2019, más que en la Edad de Oro, vivimos en una en la que las series se han insertado totalmente en la cultura popular. Se estrenan muchísimas, pero un porcentaje bajo son realmente muy buenas. No destacaría más de 20 títulos, siendo generoso, al año; es algo que pasa en el cine, en la música o en la literatura. Plataformas como Netflix han conseguido que ahora mismo todo el mundo vea series, pero me da la sensación que esta se ha convertido últimamente en una especie de fábrica de churros (aunque puede ser que quieran ser churreros y no pasa nada). Hay tal cantidad de contenido, que pasan desapercibidas muchas producciones muy interesantes.

2No creo que haya demasiadas series, al igual que no hay demasiados libros, ni demasiada música. El problema es que queremos ver demasiadas y además ser los primeros en verlas. En las redes, el querer ser el primero en comentar un capítulo o el querer evitar los spoilers han convertido el ritual de verlas en un “esfuerzo” más que en un placer. Hay que disfrutarlas, en el momento que sientes que no es así es mejor reducir la cantidad. Me despierto los lunes a las 4.00 horas para evitar el campo de minas en el que se ha convertido Twitter con Juego de Tronos. Es imposible llegar al final del día sin que te destripen algo de la trama. Otra consecuencia es que no basta sólo con escribir, producir, rodar una serie, emitirla y que la audiencia tradicional decida. El ruido social que logre generar una serie puede ser su cohete hacia el éxito o el camino directo hacia su tumba.

3Totalmente. En los 90 y en los 2000 muchas series tenían temporadas de 21-22 capítulos. Es cierto que en la época más potente de Lost hubo una huelga de guionistas en Hollywood y esto tuvo mucho que ver en la reducción de episodios. Obviando eso, las plataformas han provocado un cambio total. Temporadas mucho más cortas y, últimamente, además, capítulos con duraciones mínimas: esta semana se ha estrenado State of the Union; con capítulos de diez minutos; y hace unas semanas se estrenó Bondig (Netflix), de 15. Menos duración implica menos tiempo para desarrollar los conflictos de los personajes, menos para que dialoguen, para que reposen... Un ejemplo claro es la diferencia entre las primeras temporadas de Juego de Tronos y las dos últimas. Ahora, los personajes llegan muchísimo antes a los lugares y se utilizan mucho más las elipsis. Es cierto que en Inglaterra van un poco por libre y, a no ser que la serie sea un bombazo como pasó con Bodyguard, se suelen quedar en temporadas y capítulos cortos. Inglaterra y las producciones nórdicas siempre me han parecido buenos modelos a seguir en este sentido.

4Sí, pero hay que saber cómo introducirlas y, sobre todo, cómo programarlas. Proyectar una miniserie de tres capítulos puede tener sentido, pero no soy muy partidario de emitir solamente los pilotos; creo que dejan al espectador muy descolocado. En lo que me surgen más dudas es si tienen que crear festivales específicos de series o introducir un apartado dentro de los festivales ya existentes de cine (Canneseries, por ejemplo). El festival Series Mania de Francia me parece un modelo muy interesante.

5Habría que definir qué se entiende por sustituta. Si es una serie que se vaya a consumir de manera masiva mundialmente y en la que todo el mundo lance teorías, creo que es algo que va a ir desapareciendo y está directamente relacionado con la segunda pregunta. El fenómeno fan está directamente relacionado con la manera de emitirla. El claro ejemplo de esto es Perdidos. Si se hubiese emitido hoy en día en Netflix con todos los capítulos de golpe, posiblemente no hubiese surgido todo lo que surgió. Habrá sustituta de Juego de Tronos, seguro, en cuanto similitudes en el género (El Señor de los anillos de Amazon), en cuanto a que hay un grupo de seguidores que vienen de libros/cómics (Watchmen, por ejemplo) o en cuanto a tramas en las que enciendan el fuego de las redes sociales comentado teorías o misterios.

6La casa de papel. Creo que tiene cosas muy interesantes (la factura visual, la dirección o el aspecto técnico, por ejemplo), pero no me parece para nada que sea una buena serie, roza el aprobado. El pelotazo vino a raíz de introducirla en Netflix y colocarla en el escaparate mundial. La trama tiene enormes baches, que la hacen absolutamente inverosímil, tiene aspectos demasiado explicativos y poco sutiles.

7The Victim, un thriller legal inglés muy vibrante, con unas actuaciones espectaculares y con un episodio final, concretamente los 15 últimos minutos, que me parecen de lo mejor del año. La segunda es una producción de Hulu: The Act. Una drama muy duro, basado en hechos reales. Además me tiene muy enganchado un nordic noir noruego muy interesante titulado Wisting y el primer capítulo de Chernobyl.