El principio de entropía. Esto es sobre lo que pretende reflexionar la artista Alicia Martín López en la exposición que desde ayer acoge el espacio Kutxa Kultur Plaza del Centro Internacional de Cultura Contemporánea de Donostia. La muestra Dark Matter está organizada por Katapulta en colaboración con Kutxa Kultur y se compone de 30 piezas de técnica mixta en las que la autora mezcla collage, dibujo y pintura.

Martín partió de la idea de “encontrar el orden en el caos” y de “explorar la transformación, el constante cambio y la entropía” para componer la muestra, que permanecerá en Tabakalera hasta el 23 de junio. Para abordar sus obras, esta licenciada en Filología Inglesa y en Diseño y Comunicación, ha utilizado “la materia y la forma orgánica como lenguaje visual”.

Las obras se dividen entre bocetos y dibujos hechos con bolígrafo y grafito, que conviven con otros trabajos de gran formato que mezclan grafito con pintura al óleo acrílico. En los collages, por su parte, ha pintado papel con aerosol, mientras que las piezas más escultóricas, las que tienen más volumen, las ha realizado a partir de una base de resina pintada con diferentes materiales encima.

El hilo conductor de la trayectoria de Martín, máster en Fine Arts por la School of Visual Arts de Nueva York, es trabajar la “abstracción figurativa” y es en ese contexto en el que se deben ubicar la treintena de piezas de Dark Matter. “Me interesa profundamente el poder evocador de la forma abstracta. En mi obra me interesa mucho dejar la puerta abierta a la interpretación del espectador”, explicó ayer la artista visual, al tiempo que añadió que le interesa trabajar “la forma desde la realidad”, es decir, a partir de las texturas y los volúmenes. “Me gusta que cree un efecto que pueda parecer real y que está dentro de nuestro mundo pero, a la vez, no dejo de definirlo del todo. Lo dejo en un estado previo de indefinición para que se realice una comunicación con el espectador”, afirmó Martín, a quien no le interesa “lo literal”.

Algunas de las obras ya estaban generadas antes de la muestra y sirvieron de “catalizador” para el resto. De hecho, según comentó, en un inicio tenían un formato más cuadrado pero a medida que trabajaba en ellas -el proceso de creación de las piezas para Dark Matter duró unos cinco meses- fueron adquiriendo un “contexto” y “saliéndose de los límites del cuadro”, surgiendo composiciones “mucho más orgánicas”.