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Chillida y Guillén, mano a mano

Una exposición en valladolid recoge la relación entre el escultor y el literato

Chillida y Guillén, mano a manoFoto: Efe

La mano que dibuja y esculpe para explorar y la mano que escribe con ansia de plenitud convergen bajo los nombres de Eduardo Chillida y Jorge Guillén en una exposición presentada ayer en el Museo de Arte Contemporáneo Español Patio Herreriano de Valladolid.

El escultor que escribe con el cincel y el literato que esculpe en verso se dan la mano para subrayar, casi medio sigo después, una amistad que comenzó un día de 1971 en la Universidad de Harvard, donde ambos genios se citaron para pergeñar una obra de arte fruto de su mutua admiración.

El nexo entre ambos “son las manos que se unen y entrelazan como muestra de cariño y amistad”, las que se profesaron el artista Chillida (1924-2002) y el poeta Guillén (1893-1984) durante el último tercio del siglo XX y que ahora llega a Valladolid en forma de exposición, matizó Luis Chillida.

El hijo del escultor explicó así el afán que tenía su padre de profundizar siempre, a través del conocimiento, en la obra de la persona sobre la que iba a plasmar un proyecto, en este caso el denominado Lo profundo es el aire, verso perteneciente al poema Más allá que Guillén insertó en una edición de su libro Cántico.

“Soy más, estoy, respiro./Lo profundo es el aire./ La realidad me inventa. Soy su leyenda.¡Salve!”, es la estrofa donde se inscribe el verso que inspiró a Chillida la serie de esculturas dedicadas a su amigo, una de las cuales (IV) forma parte de la exposición abierta el pasado 8 de noviembre y que podrá verse hasta el 3 de febrero.

Con el lema De Chillida a Guillén. Esta es la mano de tu amigo, fue inaugurada hace un mes y pospuesta su presentación debido al fallecimiento del exalcalde de Valladolid Tomás Rodríguez Bolaños, promotor de la escultura que desde hace años luce en una calle del casco histórico como homenaje al poeta nacido en esta capital aunque a su regreso del exilio instaló su domicilio en Málaga.

El poema Más allá, editado en París (Maeght Editeur) en 1973 con dieciséis xilografías de Chillida y los versos manuscritos de Guillén, forma parte de esta exposición junto a medio centenar de dibujos y pequeñas esculturas de manos que el artista inició en 1948 como un método de búsqueda, de estilo, de personal afirmación.

Esos comienzos datan de los años en que Chillida estudió arquitectura después de que una lesión de rodilla, tras un encontronazo con el delantero Fernando Sañudo durante un partido de fútbol disputado en Valladolid, le obligara a colgar los guantes como portero de la Real Sociedad, explicó su hijo.

En una carta de agradecimiento, expuesta en una vitrina, Jorge Guillén agradece al artista el dibujo de sus manos que le envía como regalo y asume como una materia que “irradia energía, energía que es forma inventada”.

La pieza principal de la exposición se encuentra en la Capilla de los Fuensaldaña del Museo Patio Herreriano, acorde con la dimensión de la escultura mostrada.

Es una columna de piedra virgen (granito de la India) horadada en su parte superior a través de una oquedad que permite el paso del aire y la visión de lo que hay más allá, como el título del poema donde se inscribe el verso talismán (lo profundo es el aire).

En India no tenían medios materiales para la obtención de la piedra en la cantera, extraída con las manos y medios artesanales, lo cual explica la tosquedad de su superficie y que no haya dos piedras iguales, precisó Luis Chillida, quien recordó cómo a su padre no le gustaba hablar de tamaño “sino de escala” al referirse a la dimensión.

Ambas exposiciones “entroncan con el sentimiento profundo de la vida, de la libertad y de la necesidad de la belleza, de perdurar en el tiempo y mantener el espíritu”, explicó por su parte la concejala de Cultura y Turismo. - Efe