“Hemos hecho una pequeña traición; él no hubiera aceptado una exposición así”
El Amaia acoge ‘Bihotz Hesteak’, repaso a la vida del irundarra Fernando Larruquert, fallecido en 2016
irun - Decía ayer uno de sus hijos, Aitor Larruquert Txapartegi, que “el atta se consideraba ante todo un músico, pero fue también quien puso, junto a Néstor Basterretxea y Jorge Oteiza, la primera piedra del cine vasco contemporáneo y, más tarde, pasó a la fotografía para desentrañar los grises del blanco y negro”. Así podría condensarse la polifacética y rica trayectoria profesional y artística de Fernando Larruquert Aguirre (Irun, 1934-2016), que desde hoy, en el centro cultural Amaia de su ciudad natal, repasa la exposición titulada Bihotz Hesteak. Días de piel y tierra.
Se trata de una muestra con la que Irun, “una ciudad que está en deuda con la figura de Fernando Larruquert”, rinde homenaje y recuerdo a “un artista multidisciplinar, que siempre fue un adelantado al tiempo en que vivió”, según destacó en su presentación Gurutz Albisu, el comisario de la misma, que ha trabajado codo con codo con los hijos de este ya desaparecido icono de la cultura vasca para montar este Bihotz Hesteak.
La exposición, que puede visitarse desde hoy mismo hasta el día 25 de marzo, además de hacer un repaso de la biografía de Larruquert, recopila y muestra en primer lugar “su trayectoria musical inicial, en los años 5, como director primero de la Coral Alaiki y después de la muy premiada Coral Irunesa de Cámara”, detalló Gurutz Albisu.
Ya en los años 60, Larruquert conoce a Néstor Basterretxea y Jorge Oteiza, “cuando trabajaba en las obras de su casa-taller en Irun” y es con el primero con quien “en 1963, funda la productora Frontera Films Irun SA, con la que rodarían, ya en el año 1968, Ama Lur, definiendo un nuevo lenguaje audiovisual que dio pie a que se empezara a hablar de un nuevo cine vasco”, tal como recordó ayer Aitor Larruquert.
En su faceta cinematográfica, Fernando Larruquert firmó antes de Ama Lur, también junto a Néstor Basterretxea, obras como Alquézar u Operación H, y ya en 1974, se fue con la expedición vasca Tximist al Himalaya, donde rodó Agur, Everest.
Amor por el cine Fernando Larruquert hijo recordó en la presentación de Bihotz Hesteak que su padre “amaba el cine, era algo que vivía con pasión”, pero que era y es “un mundo muy duro y difícil”.
Tanto que cuando él mismo le dijo que quería dedicarse al cine como director de fotografía, Fernando Larruquert convenció a ambos hermanos “para ser fotógrafos de pueblo”, tal como rememoró su otro hijo, Aitor. Y así surgió el estudio de fotografía Lamia de la calle Beraketa de Irun, donde trabajaron Fernando Larruquert y su esposa Marilén Txapartegi, además de sus hijos Fernando y Aitor, que siguen en activo.
“Nuestro padre hubiera preferido seguir haciendo cine, pero lo había pasado tan mal que acabó saltando con nosotros a la fotografía, algo que en sí no le gustaba tanto. Pero adoraba el blanco y negro y en eso, se convirtió en un gran maestro”, señaló Aitor Larruquert.
pequeña traición Fernando Larruquert hijo explicó también que su padre era “tan meticuloso y perfeccionista en todo, que seguro que hubiera encontrado pegas y no habría aceptado en vida” una exposición como esta Bihotz Hesteak. Días de piel y tierra. “Le estamos haciendo una pequeña traición pero creemos que la ciudad de Irun y quienes le conocieron se van a sentir orgullosos recordándole”, matizó, agradeciendo, con su hermano Aitor, “el gran trabajo que ha hecho Gurutz Albisu como comisario y el cariño y el cuidado mostrados por el área de Cultura del Ayuntamiento de Irun”.
La propia familia Larruquert, el centro cultural Koldo Mitxelena o Kutxa Fundazioa, entre otros, han aportado los documentos de todo tipo, carteles, objetos como cámaras de cine, recortes de prensa, cartas, ropa de la expedición al Everest y hasta parte del laboratorio donde Fernando Larruquert revelaba sus fotografías.
Además, en el Amaia se puede escuchar una de las pocas grabaciones que se conservan de la Coral Irunesa de Cámara, se recogen una veintena de retratos que Larruquert hizo de sus amigos e iconos de la cultura vasca, a modo de muestra de su vasta trayectoria fotográfica, y se pueden ver una entrevista en vídeo y los documentales Alquézar y Operación H.
En paralelo, y dentro del recién estrenado ciclo Dokuirun, se proyectarán las películas Ama Lur y Agur, Everest (los días 2 y 8 de marzo) y el corto Pelotari junto con la película Euskal herri-musika, el 16 de marzo.