leioa - El internacionalmente reconocido pianista bilbaíno Joaquín Achúcarro sostiene que cada día le gusta más tocar el piano, interpretando “el jeroglífico que es la partitura” y lo que quieren transmitir los grandes compositores de clásica.

Achúcarro se expresa de esta manera en una entrevista con Efe en su casa de Leioa (Bizkaia), realizada con motivo de pronunciar hoy, en Madrid, su discurso de toma de posesión como miembro honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que ya era académico correspondiente.

Con 68 años de fructífera carrera profesional en sus todavía poderosas manos, Joaquín Achúcarro ha recibido premios y reconocimientos en todo el mundo y continúa siendo reclamado para impartir clases o dar conciertos a sus 85 años de edad. El virtuoso pianista bilbaino, que entre otros galardones ostenta el de Artista por la Paz y cuyo nombre ha servido para bautizar el planetoide 22191, destaca el gran honor que supone para él este nombramiento en la Academia de las Bellas Artes. Con este nombramiento, Achúcarro (Bilbao, 1932) pasa a engrosar una lista de grandes genios nacionales e internacionales de las Artes como Picasso, Dalí, Alberti, Chillida, Casals, Falla, Andrés Segovia, Plácido Domingo, Igor Stravinsky y Arthur Rubinstein, entre otros grandes genios de las artes. En la actualidad, tan sólo existen nueve académicos honorarios en la San Fernando. Achúcarro confiesa que se toma este nombramiento como “una responsabilidad, porque “tienes que demostrar que vale la pena el que te lo hayan otorgado” y que le “impresiona” el “cariño” que le ha demostrado la Real Academia, que dirigió Goya, con esta distinción. El pianista recuerda que su primer concierto lo dio en Madrid a los 17 años (en 1949) y desde entonces “no he parado de dar conciertos en España y otros lugares del mundo. Ha sido un trabajo incesante”.- Efe