donostia - Fue un acto “humilde, pero sentido y muy emocionante”, que sirvió para devolver al barrio donostiarra de El Antiguo la figura de uno de sus vecinos más universales. Desde ayer, Imanol Larzabal ya tiene un txoko en su querida calle Matia. Desde aquí se puede observar un mural de enormes dimensiones que preside la plaza de Benta Berri, pintado por el artista Mikel Herrero (del taller Innovart), protagonizada por la figura de Imanol , micrófono en mano, junto al lema “Zoaz urruti airean... Lau Haizetara”, recogida de uno de sus discos y escogida por los familiares del cantante para este particular homenaje.

La plaza constituye un gran espacio sobre la que se abre la querida calle en la que nació el cantante y de la que tan orgulloso se sentía. “Soy de la calle Matia”, repetía una y otra vez el músico, tal y como recordaban ayer sus familiares y amigos. Por ella paseaba, casi a diario, con su habitual indumentaria oscura, su pañuelo al cuello y sus gafas redondas.Convocados por el colectivo de amigos del artista Imanol Oroituz, un nutrido grupo de familiares, compañeros de escenario, y vecinos del barrio se dieron cita en la mañana de ayer en este significado enclave para rendir su particular homenaje al artista, justo en el día en que hubiera cumplido 70 años. Al acto asistió también el alcalde de Donostia, Eneko Goia, que estuvo acompañado por el presidente del GBB, Joseba Egibar.

Frente al enorme mural tuvo lugar un recital de media hora de duración que tuvo como protagonistas a la cantante Amaia Zubiria, el bertsolari Xabier Euzkitze y el pianista Carlos Jiménez, quienes interpretaron cinco piezas en honor al cantante.

La primera de ellas, un poema cantado que Xabier Lete dedicó a Imanol tras su muerte y al que puso voz Zubiria, acompañada por la música de Jiménez; prosiguió el acto con Amaia Zubiria entonando Barne Kanta, una canción de Juan de la Cruz, traducida al euskera por Orixe y a la que el propio Imanol puso música en su día. Luego, Zubiria cantó Oroimeneko Portua, con letra de Mikel Arregi y música de Jiménez. Concluyó el corto pero sentido recital con una adaptación de Ilun Ikarak, cantada por Euzkitze, y, la pieza que no podía faltar ayer, Lau Haizetara, que fue interpretada por este último y Zubiria acompañados por todos los presentes al homenaje.

Desde su muerte en 2004, a los 56 años, en Orihuela (Alicante), adonde el cantante antiguotarra se trasladó después de recibir insultos e incluso amenazas de muerte por sus críticas a ETA tras el asesinato de Yoyes, el colectivo Imanol Oroituz ha organizado diversos festivales musicales en honor al cantautor, gran parte de ellos en la casa de cultura Lugaritz. Desde ayer, sin embargo, la imagen de Imanol estará más presente que nunca en el barrio que le vio nacer. - N.G.