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Ubik, una biblioteca “muy viva”

El espacio de creación de Tabakalera ha recibido más de 181.000 visitas en su primer año de andadura

Ubik, una biblioteca “muy viva”

Donostia - Mañana se cumple un año de la apertura de Ubik, la biblioteca de creación de Tabakalera que en este tiempo ha recibido a más de 181.000 visitantes, lo que arroja una media de 15.000 al mes. La directora del Centro Internacional de Cultura Contemporánea (CICC), Ane Rodríguez, se refirió ayer al lugar como “un espacio muy vivo” por el que pasan los públicos más “variados”. “Aquí todo el mundo encuentra algo para hacer, aprender y gozar”, destacó en la rueda de prensa que ofreció acompañada de Arantza Mariskal, responsable de la biblioteca.

Esta última calificó de “excelente” el balance de los doce primeros meses, en los que la actividad diaria se ha desarrollado a un ritmo “inmenso, intenso y emocionante”. En sus espacios se dan cita personas que utilizan los ordenadores para buscar información en Internet y YouTube, gente que ve películas, construye videojuegos, edita imágenes y sonido con el ordenador, encuaderna libros, monta robots, toca instrumentos musicales, dibuja con acuarelas... Hay usuarios de toda edad y condición que van a “trabajar, jugar, curiosear y aprender”, como un señor que ayuda a arreglar paraguas en el taller de reparación HorKonpon, un chaval jovencísimo llamado Lucas al que apodan “el pequeño Spielberg” por su innato talento audiovisual o Laura San Juan, una mujer que quiere pintar girasoles. “Es increíble la gran cantidad de cosas que pueden suceder al mismo tiempo en Ubik”, afirmó la responsable de un equipo en el que es clave el papel de los mediadores o especialistas que ayudan a los usuarios a dar rienda suelta a su creatividad.

Ubik, que recientemente amplió su horario y ya no cierra a mediodía, ha organizado en el último año 241 actividades -todas ellas abiertas y gratuitas- en las que han participado 3.497 personas. Ocasionalmente, el éxito de alguna propuesta les ha hecho completar el aforo, lo cual “siempre es una buena noticia para una biblioteca”. Además, 9.371 personas se han hecho ya con su tarjeta Tabakalera, que permite reservar servicios y dispositivos y adquirir materiales en préstamo. Precisamente, en estos doce meses se han realizado 14.246 préstamos, entre los que no solo hay que incluir libros, revistas, películas y videojuegos, sino también cámaras fotográficas y de vídeo, trípodes, grabadoras de sonido, consolas, flashes, tabletas y ordenadores portátiles.

novedades Los responsables de Ubik han preparado un amplio programa de actividades para celebrar el primer aniversario este fin de semana y a corto plazo querrían impulsar secciones como la Pantalla Experimental o la taquilla sorpresa. Por lo demás, se muestran “contentos” por la marcha de proyectos como los encuentros sobre autoedición Atlas o Los miércoles en Ubik, talleres infantiles que tienen lugar una vez a la semana.

Entre las novedades de esta temporada destacó Jolabs. Curioseando, talleres para que los más pequeños se acerquen a la tecnología digital, y Mi mundo, sesiones de “filosofía para niños” dirigidas por Miren Camisón al objeto de que los chavales se expresen y hagan oír su voz. “Las bibliotecas tienen que servir para hacer una sociedad cada vez más culta y mejor”, afirmó Mariskal, quien también anunció que Ubik acogerá en noviembre un encuentro estatal de centros que usan UCO, sistema de software libre para la gestión bibliotecaria.

Ventana al proyecto cultural Como directora cultural del CICC, Ane Rodríguez subrayó que Ubik “ha abierto una ventana muy importante” a la totalidad del proyecto cultural de Tabakalera. Así, la biblioteca permite “profundizar” en los contenidos propuestos en las exposiciones del centro o en sus ciclos cinematográficos, poniendo al alcance del público material bibliográfico y audiovisual, entre otras cosas.

También llamó la atención sobre la amplia tipología de usuarios de Ubik: gente del barrio de Egia, artistas internacionales -algunos de ellos trabajan en las residencias de Tabakalera-, empleados de la Filmoteca y el Zinemaldia o simplemente “gente de paso” que utiliza el espacio como “punto de encuentro” y que va perdiendo el miedo a materias como la cultura digital. “El objetivo es la democratización de esas herramientas”, sostuvo.

Pero ante todo, Rodríguez consideró “importante” el papel de la biblioteca a la hora de “espolear la imaginación de futuros artistas, amateurs y profesionales” que, quizá sin darse cuenta, están dando ahora sus primeros pasos hacia lo que en el futuro será una irrefrenable pasión creativa.