Llega la última entrega de Lobezno en solitario, Logan, un proyecto con el que el actor británico Patrick Stewart y Hugh Jackman se despiden del universo de los X-Men y que contiene “una declaración política poderosa sobre el derecho de las personas a buscar un lugar en el que vivir a salvo”, según aseguró el propio Stewart en una entrevista.

“El objetivo principal de los personajes en la película es llegar a la frontera y cruzarla para estar a salvo; y eso, en este momento en que hay cientos de miles de personas luchando por lo mismo, sin distorsionar la historia principal del filme, implica un fuerte mensaje político del que me siento orgulloso”, señaló el actor, de 76 años.

Logan es la más oscura y sangrienta de las tres películas sobre Lobezno. James Mangold sitúa la acción en el año 2024, con los mutantes prácticamente extinguidos. Solo parecen quedar un Logan -Jackman- abatido y alcoholizadoque cuida del enfermo Profesor X. Sus días transcurren escondidos en un remoto rincón de la frontera con México hasta que irrumpe en sus vidas una misteriosa niña -Dafne Keen- que resulta tener un poder oculto y a la que Lobezno tendrá que ayudar.

Mangold plantea el filme como una road movie crepuscular, en la que los personajes cruzan EEUU de frontera a frontera y se muestran más vulnerables, pero también peligrosos, que en cualquiera de las anteriores entregas de la saga X-Men.