Donostia- El pasado domingo concluyó el “proyecto más exitoso” de Donostia 2016 “hasta la fecha”, la representación diaria de la obra Sueño de una noche de verano de Shakespeare, una coproducción de Tanttaka Teatroa y la capitalidad ofrecida al aire libre en el emblemático parque de Cristina Enea.

En una nota de prensa, la capitalidad aseguró ayer que “los números avalan el éxito”. Antes del estreno el día 21 de junio ya se había colgado el cartel de “no hay entradas” para la treintena de representaciones programadas durante casi un mes.

Más de 7.000 personas han podido disfrutar de este espectáculo único que solo tuvo que suspenderse una noche por causa del mal tiempo. En cada función ha participado un equipo de 80 personas pertenecientes a una decena de agentes colaboradores, entre otros, Tanttaka, la Fundación Cristina Enea, los conservatorios de música, la compañía de danza Kukai, el Coro Easo y el Taller de Artes Escénicas.

En palabras de Pablo Berástegui, el aspecto más destacable de este proyecto es que “no ha constituido una representación al uso de la comedia shakesperiana, sino que se ha ofrecido una experiencia multisensorial en el que el público, lejos de su rol de mero espectador, ha formado parte del grupo de invitados a la boda de Hermia y Demetrio, y ha participado en el banquete”. Por tanto, el bosque de Cristina Enea, la gastronomía, la música en directo, la magia del solsticio de verano y el genio de Shakespeare para la comedia han sido los principales ingredientes del que ha sido “uno de los proyectos más especiales y mágicos de Donostia 2016”.

A su juicio, “nombres fundamentales de la cultura como Shakespeare muestran la universalidad de las grandes preocupaciones de las personas”. “El autor inglés nos muestra cómo la cultura hace aflorar lo puntos en común entre las personas de todo el mundo y cómo nos proporciona herramientas para afrontar los conflictos”, concluyó. - N.G.