DONOSTIA. La película "Diez años y divorciada", de la realizadora yemení Khadija Al-Salami, se ha impuesto como mejor largometraje en el XIV Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia, que clausura esta noche la coproducción francocanadiense "Fatima", de Philippe Faucon.
El certamen donostiarra ha dado a conocer hoy el palmarés de esta edición, que se completa con el galardón del público joven al mejor cortometraje, concedido a "Para Sonia", del español Sergio Milán, y el premio Amnistía Internacional, otorgado al documental "Among the Believers", de Hemal Trivedi y Mohammed Ali Naqvi.
El filme de Al-Salami, que lleva a la ficción la historia de Noyud Ali, una niña del Yemen que fue forzada a casarse a los 10 años y que luego se rebeló contra una situación que es habitual en su país, ha obtenido una puntuación de un 9,13, una de las más altas dadas hasta ahora por el público del festival, que este año ha calificado a todos los títulos a concurso por encima del 7.
Amnistía Internacional ha reconocido en "Among the Believers", una producción de Estados Unidos y Pakistán que se acerca a una escuela yihadista paquistaní y a la figura del clérigo Abdul Aziz Ghazi, seguidor del Daesh, su capacidad de "acercar al público con enorme maestría una realidad muy compleja y violenta en la que la población sufre graves violaciones de derechos humanos".
El público joven, por su parte, ha tenido en cuenta la "calidad cinematográfica y la originalidad, fuerza e impacto" de "Para Sonia", un cortometraje sobre una joven invidente que soñó con formar parte del cine y a la que profesionales del doblaje llevan por un viaje mágico y espacial.
Al-Salami y Sergio Milán recogerán sus galardones esta noche en la clausura del certamen, pero no así los directores de "Among the Believers", que residen en Estados Unidos y no han viajado a Donostia.
A la espera del balance definitivo, el director del festival, Josemi Beltrán, ha dicho hoy en rueda de prensa que calculan que cerca de 6.000 personas han acudido este año a las proyecciones del certamen.
El Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia ha recibido el respaldo en esta última convocatoria a los medios de comunicación del concejal Juan Ramón Viles, quien ha asegurado que el Ayuntamiento aboga por el "crecimiento" del certamen, pero sin que éste pierda su "esencia".
No ha sido muy preciso, pero sí ha dicho que "no todo es dinero" y que el certamen puede dar "un paso más" con la puesta en marcha de "otro tipo de acciones".
Beltrán ha señalado, por su parte, que esta cita cinematográfica tendría que crecer de una forma cualitativa más que cuantitativa, lo que conllevaría no programar muchas más películas, pero sí trabajar en actividades como el encuentro de festivales de derechos humanos celebrados este año, y en otras que puedan tener presencia a lo largo del año.