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Un caserío convertido en restaurante

Un caserío convertido en restauranteFoto: A.A.

Aiastia auzoa. Elgoibar. Teléfono: 943 74 31 02. Horario: 13.00-15.30/21.00-23.00. Martes todo el día; de noche, abierto solo viernes y sábado, excepto grandes reservas. www.belaustegi.com.

Ubicado en un lugar de ensueño, el cocinero Josu Mugerza rehabilitó hace 17 años su centenario caserío natal para convertirlo en un gran restaurante. Ofrece una gastronomía vasca de mercado con toques orientales y de autor. Sus grandes salones albergan multitud de banquetes; sus distintos comedores privados, comidas de empresa y cenas románticas. Con el buen tiempo, dos terrazas cubiertas por una jaima recibirán al comensal. Año y medio de intensas obras para transformar su caserío natal en restaurante. Hace 17 años el elgoibartarra Josu Mugerza, tras recorrer los fogones de medio mundo, hizo realidad su sueño: abrir su propio negocio en su casi ancestral caserío natal, sito en el alto de San Miguel de Elgoibar, Aiastia auzoa, concretamente.

Y el cariño se nota. Tan pronto como nos aproximamos a Belaustegi baserria jatetxea se aprecia el esmerado cuidado que pone Mugerza en todos los detalles: pese al mal tiempo reinante, varias mesas perfectamente colocadas nos dan la bienvenida en la terraza del restaurante. El 10 de junio próximo se cumplirán 17 años desde que Josu tomó la decisión de transformar su caserío en este singular restaurante.

No en vano, tras varios años viviendo en Madrid, Valencia, Japón, México y distintos lugares de Asia, Mugerza quiso regresar a Euskadi. “Siempre había tenido la ilusión de montar algo en casa, y así lo hice, después de 19 meses de costosas obras. La decoración es muy particular, porque de cada país traigo algo: hay cosas árabes, orientales? Luego hay pinturas tipo casona mexicana, rancho. Mucha mezcla”, subraya el discípulo de Luis Irizar.

Dicha decoración, además, se mezcla en perfecta unión con la antigua estructura del caserío, que ha visto pasar más de cuatro siglos de historia. “Lo restauramos manteniendo todas las estancias de la casa”, apunta. Los antiguos establos, por ejemplo, son ahora un enorme comedor para 115 personas; para celebraciones más pequeñas, en cambio, existen otros dos comedores de 22 y 50 comensales. Un pequeño comedor privado para dos personas es el mejor lugar para crear un ambiente íntimo y romántico; y otros dos -para cinco y seis comensales- son perfectos para reuniones de empresa. “Eran las habitaciones de la casa; en uno de estos comedores es donde nací yo”, subraya.

Su cocina es tradicional vasca de mercado, pero con toques orientales y de autor; “siempre intentando elaborar con la materia prima de la zona”. Sus platos estrella, caza y pescado: corzo o rodaballo, lubina, sapo, kokotxas, lenguado, anchoa, verdel... “También tenemos txuleta de ternera de Eusko Label; del caserío de enfrente, que tienen carnicería. Y siempre tengo alguna carne exótica como bisonte, canguro o cebra”.

La carta se renueva una vez al año y en poco más de un mes, habrá cambios. De entre los entrantes, destaca el queso de cabra con jamón de pato, “lo tengo desde que abrí y nunca lo he quitado, porque tiene mucha aceptación”, asevera. “Y cómo no, la terrina de foie de oca con reducción de Módena, que la elaboramos nosotros y tampoco se elimina”, especifica Mugerza. Sus nuevas incorporaciones: latita de txangurro con anchoas; “y algo oriental, una especie de albóndigas cocidas en bambú y salsas agridulces. También unos crujientes orientales fritos”, nos adelanta. Los postres, todos caseros, también tienen su toque especial.

MENÚ Y CARTA EN EL JARDÍN Belaustegi ofrece un menú degustación para mesa completa, y de lunes a viernes, menú del día. En verano, además, se puede degustar el mismo menú del día en el jardín del caserío, en un entorno privilegiado, con mantel, flores, música? Y por si esto fuera poco, también tienen servicio de carta en el porche y en el jardín. El menú de fin de semana se elabora completamente personalizado con reserva previa, dependiendo del número de comensales.

“De abril hasta noviembre tenemos bodas todos los sábados”, señala contento. Y no es para menos, ya que el lugar es perfecto para banquetes y todo tipo de fiestas y ceremonias. Además, añaden que las fiestas siempre finalizan en el jardín -incluso con DJ-, un lugar idóneo para comer, ya que de abril a noviembre colocan una enorme jaima árabe para fiestas, cócteles y demás ceremonias. Asimismo, estará montado para comer y cenar todos los días fuera. Un lugar de ensueño, rodeado de montes en plena naturaleza para disfrutar de cualquier comida o cena en cualquier compañía es lo que ofrece este precioso restaurante que aún conserva todo el sabor del auténtico caserío vasco.