El periodista y crítico musical vizcaino Juan Antonio Zubikarai murió ayer a los 70 años, pero quienes lo conocieron no lo olvidarán. Todos coinciden en destacar de él dos características: que el también profesor y traductor ondarroarra era un sabio y, a la vez, humilde.

Juan Antonio Zubikarai nació en Ondarroa en 1945. Tras estudiar en la escuela del pueblo, ingresó en el Seminario de Derio, pero la vocación sacerdotal le abandonó pronto y optó por estudiar periodismo en Iruñea. Licenciado, decidió trasladarse a Madrid, donde, además de ejercer su profesión, amplió sus conocimientos de música y de danza (colaboró en la Cátedra de Ballet Clásico del Conservatorio Superior de Música). En Madrid conoció a la que fue su mujer, Elena Aveledo (tuvieron tres hijos). En 1977, regresó a Bilbao, donde formó parte de la redacción de Deia como periodista y crítico musical. Durante un tiempo, también ejerció de profesor en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Leioa.

En el campo de la difusión musical, colaboró en publicaciones y participó en diversos congresos. También es autor de Bilbao. Música y músicos y tomó parte en otros libros: en la reedición de la histórica Revista Musical (1909-1913); en Ochenta años de música urbana (obra acerca de la BOS-OSB), cuyo texto principal es de Carmen Rodríguez; en el estudio Carmelo Bernaola, etc. Junto con Nino Dentici realizó una investigación sobre el tenor Unanue; de ella se derivó una exposición y el libro Pedro María de Unanue, el primer tenor vasco universal. Fue profesor del CEM Juan de Antxieta durante años; y, en periodo más breve, del Conservatorio Municipal Jesús Arambarri y de Musikene. Asimismo, escribió decenas de notas para los programas de la BOS, la ABAO, la Quincena Musical donostiarra, los festivales de Ziortza o el ciclo de órgano del Euskalduna, y fue académico correspondiente de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid. “Tras la discreción y humildad que caracterizaban su forma de ser, se escondía un gran observador”, recordaba ayer el exdirector de la Quincena José Antonio Echenique.

athletic La letra del himno oficial del Athetic también es suya: fue el primer cántico oficial del club rojiblanco, que hasta entonces había apadrinado el famoso Alirón y, ya en los años 50, la letra de Nadal y Urrengoetxea (Tiene Bilbao un gran tesoro...). Bernaola se encargó de la música y su amigo Antxon Zubikarai creó la letra del nuevo himno, allá por el año 1983.