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Se lo llevó la hoguera

Fallece Javier Krahe, a los 71 años, víctima de un infarto. El cantante y genial letrista se había prodigado durante 35 años sobre los escenarios, con más de 1.500 conciertos ofrecidos. Además, fue el primer artista censurado en la democracia

Se lo llevó la hogueraEFE

DONOSTIA - “Pero dejadme, ay/ que yo prefiera/ la hoguera, la hoguera, la hoguera/ la hoguera tiene qué se yo/ que solo tiene la hoguera”. Javier Krahe, que falleció la madrugada del domingo de un infarto, bromeaba así con La Parca en la canción La Hoguera, que hablaba, en principio, de la pena de muerte. Maestro de la sátira, genial letrista, se despidió a los 71 años dejando tras de sí más de cien canciones y 1.500 conciertos, algunos de ellos memorables. Siempre hizo gala de su tramposa modestia y de su fina ironía. “La mayoría de mi repertorio es bastante inocuo”, confesaba el cantautor que no se tenía como tal. Y no dejó de reírse de sí mismo, que es por donde empiezan los maestros: “Dicen que estoy mayor, qué tontería”.

En total, la vida le dio para editar catorce discos y componer 150 canciones; entre sus trabajos más reconocidos -y reconocibles- está La Mandrágora (1981), disco que firmó con Sabina y Alberto Pérez, o el tema Cuervo ingenuo, que fue censurado por TVE. En el mismo el artista expresaba su desencanto con algunas de las decisiones del gobierno de Felipe González: “Tú decir que si te votan,/ tú sacarnos de la OTAN,/ tú convencer mucha gente./ Tú ganar elección,/ ahora tú mandar nación,/ ahora tú ser presidente./ Y hoy decir que esa alianza ser de toda confianza”. ¿Quién no recuerda es canción? ¿Y el estribillo? “Hombre blanco hablar con lengua de serpiente...”

Canciones más recientes como Ay Democracia (“me gustas democracia porque estás como ausente”, decía en la pieza) son prueba de que su compromiso político no languideció con los años. “Contamos con una caterva de políticos con mala fe y mala idea”, dijo al hilo de la canción.

Krahe vivió su última gran polémica en 2012, cuando fue acusado de un delito contra los sentimientos religiosos por un vídeo de 2004 titulado Cómo cocinar un Cristo para dos personas. “No me han entendido”, señaló antes de entrar a declarar en un juicio en el que fue absuelto. Más tarde, se desquitó incluyendo en su último disco, Las diez de últimas (2014), otra canción, Fuera de la grey: “El Señor no es mi pastor,/ yo no soy un borrego./ Me alejé de toda fe,/ ¿sabéis por qué?/ por ser un mujeriego”.

Lo curioso es que a finales de los 70 nada parecía indicar que Krahe fuera a elegir la senda artística, pero todo cambió en Canadá, adonde fue tras conocer a la canadiense Annick, el amor de su vida. Allí empezó su carrera como letrista. Autodidacta, reveló que siempre trabajaba sobre una frase concreta y luego conformaba la canción en torno a esa frase.

Regreso a su país en 1972 y empezó a componer canciones para otros cantantes como Alberto Pérez o Chicho Sánchez Ferlosio; este último fue quien le convenció para que interpretase sus propios temas.

En 1980 grabó su primer disco, Valle de lágrimas, y la fama le llegó un año más tarde cuando el presentador de televisión Fernando García Tola le descubrió en el pub La Mandrágora, donde actuaba junto a Sabina y Alberto Pérez. Además, sus apariciones en el programa de Tola Esta noche le dieron popularidad. El resultado de tantas confluencias fue La Mandrágora (1981), disco del que llegaron a vender más de 100.000 copias.

Después del éxito, el trío continuó sus carreras en solitario. Krahe, el más ácido de los tres, grabó en 1983 Aparejo de fortuna, al que siguieron Corral de cuernos (1985) y Haz lo que quieras (1987).

Su doble disco, Elígeme, fue grabado en directo en la sala del mismo nombre en 1988 e incluyó temas como La hoguera, ¡Olé, tus tetas! y Villatripas.

Con este álbum lanzó su propio sello discográfico. Concurrió en 1989 como quinto candidato al Congreso, dentro de la lista Grupos Radicales por Madrid antiprohibicionistas sobre droga. En noviembre de ese año intervino en Donostia en el concierto Contra el miedo, en apoyo de Imanol, amenazado por ETA. Fundó en 1999, junto al Gran Wyoming, Santiago Segura, Faemino y Pablo Carbonell, entre otros, la discográfica independiente 18 Chulos, con la que editó, entre otros trabajos, Dolor de garganta (1999); el disco homenaje ...Y todo es vanidad (2004) o Toser y Cantar (2010).

Sus amigos ya le imaginan, abrazado a su admirado Georges Brassens, empachando el limbo de humo.