Síguenos en redes sociales:

Una apuesta pionera para y por el jazz

El trabajo, muy intenso, ha estado centrado en un horizonte: mañana la Euskadiko Ikasleen Jazz Orkestra se estrenará en el Festival de Getxo para seguir camino después el 15 en Gasteiz y el 22 en el Jazzaldia donostiarra.

Una apuesta pionera para y por el jazz

Tiene la intención de ser la punta del iceberg, el escaparate de un proyecto musical y pedagógico cuyo trasfondo va más allá dentro del curriculum de Enseñanzas Profesionales de Música. Es la Euskadiko Ikasleen Jazz Orkestra (EIJO), una apuesta pionera que está dando sus primeros pasos conformada por 23 estudiantes llegados de distintos puntos de Euskal Herria. Su estreno será por todo lo alto, con actuaciones en los festivales de Getxo, Gasteiz y Donostia. Un listón muy alto para el que se están preparando sin descanso.

Hace unos días, el Conservatorio Jesús Guridi de la capital alavesa acogió una sesión de trabajo que se alargó durante ocho horas. Fue la última cita antes de que el 29 de junio iniciaran una concentración de cinco días con el albergue de Barria como punto de reunión.

Los más jóvenes tienen 13 años. El mayor, 19. Y aunque “es cierto que la experiencia de músicos tan jóvenes tocando músicas improvisadas es inusual, sobre todo en nuestro país”, los componentes de esta big band están demostrando un nivel “bastante mejor del que esperábamos”, describe Iñigo Ibaibarriaga, director artístico de la agrupación junto a Josetxo Silguero. “Hemos apostado y hemos sabido buscar el camino”, señala Angel Ugarteburu, coordinador de la iniciativa apoyada por el departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno Vasco, consciente de que “el que no hace, no falla”.

A los tres, poner todo en marcha les está suponiendo invertir mucho tiempo y esfuerzo, aunque “no importa porque al final disfrutas con lo que haces y ves el resultado”, según Ugarteburu. “Es el riesgo lo que nos pone las pilas, que pueda crearse y que quede ahí para el futuro algo que ahora es pionero y que ojalá pueda ser exportable a otras comunidades”, añade Silguero. Un espíritu que sus músicos parecen compartir porque en las sesiones de ensayo realizadas, a pesar de las horas, “en los descansos les falta nada para ponerse a tocar y les tienes que decir: relajaros un poquito. Tienen mucha energía”, explica el también saxofonista.

Su disciplina de trabajo, los vínculos de confianza que se están estableciendo y la energía que se transmite son puntos esenciales en esta senda que están recorriendo juntos todos los componentes de la EIJO. “Ves que están ávidos de experiencias”, dice Silguero, al tiempo que Ibaibarriaga señala que “un proyecto de este tipo da la posibilidad de unificar, de aunar a gente que viene de distintos lugares. Cuando pusimos en marcha la idea, una de las primeras cosas de las que nos dimos cuenta es que los proyectos pedagógicos no duran cuatro meses, tienen que tener una trayectoria. Queremos que los estudiantes hagan su apuesta, no ya por el jazz, sino por el compromiso con el estudio, por atender los ensayos con madurez, como una orquesta profesional”. Por ello, la intención pasa por “no terminar el camino en julio”, por seguir con los 23 jóvenes músicos trabajando en otoño hasta que en 2016 se hagan las pruebas para nuevos miembros.

Los tres estrenos El objetivo más inmediato, eso sí, pasa por el encuentro con el público. “¿Quién dijo miedo? Los chavales ninguno, ya te lo digo yo. Vamos a tener más nosotros que ellos”, ríe Silguero. “Quizá lo que nos está pareciendo más difícil es introducirles en el pensamiento del lenguaje del jazz”, comenta Ibaibarriaga, dentro de un proceso enfocado a diseñar unas actuaciones que tendrán una duración aproximada de hora y cuarto.

Tres son los bloques en los que, siguiendo criterios pedagógicos, se estructurarán los conciertos. En el primero, la EIJO mirará al repertorio tradicional, “a la base”. En el segundo tomará protagonismo “la música popular de nuestro entorno, arreglada por músicos de aquí”. En esta parte se incluirá el estreno de una composición que Angel Unzu ha realizado por encargo. “El rasgo fundamental de lo que estamos haciendo es que los chavales están siendo participes de la creación de una nueva obra; el hecho de poder estar con Angel, que vean cómo la pieza va creciendo, cómo se va modificando... son ellos los que la van a estrenar y que se vean como la herramienta para una nueva obra es muy importante”, subraya Silguero. De hecho, la intención pasa por que cada año se pueda sumar un nuevo título, sobre todo teniendo en cuenta “cómo están las cosas hoy en día” también para los compositores. No es Unzu el único músico profesional implicado. Y en algunos casos, “cuando conocieron la idea, su primera reacción fue decirnos si estábamos locos. Pero han ido viendo la realidad del proyecto, lo han conocido más de cerca y lo único que hemos recibido después han sido elogios”, asegura su compañero en la dirección artística.

El tercer bloque estará destinado a la escritura más contemporánea, conformando así unas actuaciones “que para el público van a ser muy amenas mientras que los chavales van a tener la oportunidad de pasar por diferentes estilos”.

Mañana, la primera parada, el gran estreno, se producirá en el Festival de Jazz de Getxo. Ya el día 15, sus pasos les conducirán hasta el Principal gasteiztarra para protagonizar la Konexioa de este año junto al norteamericano Jim Snidero como invitado especial. Y el 22 finalizará su gira, al menos de momento, en el Jazzaldia donostiarra, en cuyo Jazz Band Ball inaugural actuará la orquesta. “Ahí estaremos, viendo lo que pasa en primera fila”, ironiza Silguero. Los tres conciertos serán grabados, igual que se están registrando los ensayos tanto para favorecer el crecimiento de la orquesta como para documentar lo realizado, sobre todo en relación a la obra de Unzu. “El fundamento del proyecto es que los 23 sean los absolutos protagonistas. Es para ellos. Quizá lo más bonito de todo esto es pelear por algo que no es para ti”, concluye Ibaibarriaga.

Piano. David Cid y David Juárez.

Batería. Aitor Bravo y Dámaso Escauriaza.

Bajo. Aitor Moreno.

Guitarra. Ramón García de la Mata y Ander Solabarrieta.

Saxofón. Eolo Andino, Martin Gabiria, Xabier Oruesagasti, Beñat Álvarez, Aitor Otegi y Julen Oruesagasti.

Flauta. Jone Olaizola.

Trompeta. Jon Viejo, Iñigo Ocón, Nicolás Andino, Jone Erzilla y Xabier Rodríguez.

Trombón. Eneko Urrestarazu, Beñat Etxabe, Iker Figueroa, Alaitz Almortza.

Profesores implicados en parciales. Javier Pérez, Iban Guinea, Roberto Pacheco y Aritz Luzuriaga.

Directores artísticos. Iñigo Ibaibarriaga y Josetxo Silguero.

Compositor invitado. Angel Unzu.

Coordinador y responsable de la EIJO. Angel Ugarteburu.