De cómo Villabona reconstruyó la convivencia tras la guerra

Antes, el Victoria Eugenia acogerá un pase gratuito de un documental fuera de concurso, Negar franko egingo zuen aitak (2014), dirigido por la periodista Bertha Gaztelumendi (Irun, 1962). Si en Mariposas en el hierro (2012) colocó ante la cámara a mujeres que habían sufrido distintas formas de violencia, esta vez los protagonistas son los vecinos y vecinas de Villabona. Sus testimonios sirven para entender cómo se vivió la guerra y la posguerra en la localidad y cómo se reconstruyó la convivencia entre vencedores y vencidos.

Aunque las historias podrían ser similares en otros pueblos, Gaztelumendi y el guionista Xabier Urmeneta eligieron Villabona porque Aritza Kultur Elkartea les facilitó mucho material sobre el conflicto de 1936, que en el pueblo se cobró la vida de medio centenar de personas: 28 del bando republicano, y el resto, del nacional. La peculiaridad del proyecto es que quienes vivieron aquel drama en primera persona comparten su experiencia con jóvenes de la localidad que, en algunos casos, ejercieron de entrevistadores junto a los responsables del documental.

Según admitió la directora, los jóvenes están “bastante desconectados” del drama de la Guerra Civil. “A algunos les decía: ¡No sabéis ni quién era Franco!”, lamentó Gaztelumendi. Sin embargo, basta “implicarles” mínimamente e “introducirles” en el tema para que “se les despierte el interés” y empiecen a preguntar. Entre los jóvenes que participaron en Negar franko egingo zuen aitak surgió una “relación de sorpresa y admiración” hacia los mayores, a quienes está dedicada la película: “Todos mostraron reconocimiento por la lucha de sus abuelos y bisabuelos”.

Para ella resultó impactante ver que muchos de los ancianos y ancianas del documental no habían compartido sus vivencias “ni siquiera en casa”. “Al sacar a la luz historias que han estado cubiertas bajo un manto de silencio se emocionaban. Esas vivencias están ahí, muy a flor de piel, aunque hayan pasado 80 años”, añadió, sorprendida por cómo los vecinos lograron “recuperar una convivencia que estaba rota”. A su juicio, las relaciones fueron volviendo a su cauce porque los perdedores de la guerra “no querían transmitir sentimientos de odio ni venganza a sus hijos”. “Comenzaron a juntarse en la escuela, en el frontón, jugando a las cartas, en las fiestas... y también hubo muchos actos de solidaridad, algunos individuales”, aseveró.

Con todo, la “debilidad” del filme es la ausencia de testimonios de miembros del bando franquista o de sus familiares. “No queríamos una memoria contra alguien, sino una memoria completa, pero declinaron participar. Supongo que la sociedad no está preparada para estas cuestiones y para los descendientes de quienes provocaron tanto sufrimiento y represión no será cómodo. Hay que entenderlo pero con el tiempo será posible que ellos también hablen”, consideró.

‘Zaharrak berri’ El filme forma parte del programa Zaharrak Berri, impulsado por la dirección de Derechos Humanos y Memoria Histórica de la Diputación de Gipuzkoa, cuya directora, Marina Bidasoro, explicó que la iniciativa pretende que los jóvenes obtengan los testimonios dinamizando la comunicación entre generaciones. Así, la Diputación ha publicado un manual de divulgación que puede ser utilizado por otros municipios que quieran realizar el mismo ejercicio que Villabona. Algunos ya han mostrado su interés.

16.30. Negar franko egingo zuen aitak (Euskal Herria), de Bertha Gaztelumendi. Documental sobre cómo se vivió la posguerra en Villabona a través de narraciones de quienes la vivieron y entrevistas con jóvenes de hoy.

20.00. Hippocrate (Francia, 2014), de Thomas Lilti. Benjamin está destinado a ser un gran doctor. Está seguro de conseguirlo pero su primera experiencia como interno en el hospital no sale como pensaba.