un amigo. “No me canso de pensarlo, de escribirlo o de contárselo a mis directores/amigos cada vez que puedo. El cambio de Belén es un auténtico regalo para ella misma pero también para todos los que la rodeamos”, asegura Jorge Javier Vázquez en su columna de la revista Lecturas. “Desde que ha vuelto recuperada no recuerdo ni un solo día en el que se haya quejado de algo. Nada que ver con aquella época en la que venía a televisión maldiciendo su suerte y su existencia. Belén es ahora otra mujer: divertida, ocurrente, optimista y profundamente feliz”, añade. “Antes estaba tan desubicada que en cuanto había un poco de gresca en el programa metía la zarpa y se zambullía en el barullo. Ahora no. Se moja cuando le toca y sabe colocarse en un segundo plano cuando la feria no va con ella. Es imposible no quererla”. Foto: Mediaset