Bilbao- Lleva treinta años en EITB y ha hecho de todo en el área de informativos, incluido el Teleberri que ahora volverá a presentar. No le importan los cambios, le estimulan, y en este caso asume un cambio de horario radical. Le gustaría dar buenas noticias económicas, sobre todo relacionadas con el empleo
¿Cuánto tiempo lleva sin estar en los informativos?
-Siempre he estado en el área de informativos. Sin estar en plató llevo siete u ocho. Después de nacer mi hija pequeña, al incorporarme fui al informativo de la mañana y estuve hasta 2007.
¿Ha echado de menos no estar en plató?
-La verdad es que no, me gusta; pero también me gusta hacer otros trabajos. Me atraen bastantes áreas dentro de la información.
Su incorporación septiembre al Teleberri de la noche supone para usted un cambio de horario de trabajo muy sustancial.
-Radical. Hasta ahora, desde que nació mi hija mayor, para mí, igual que para otras personas, la prioridad absoluta era el horario. En estos años hubiera hecho cualquier cosa por el horario que he tenido, siempre de mañana.
Eso supone madrugar mucho más.
-Bastante más, en compensación he podido estar en casa antes. Mis hijas han crecido y tengo una disponibilidad horaria que antes no tenía. Me lo han propuesto en el momento perfecto. No me lo esperaba, cuando me lo propusieron vi que la retaguardia ya la tenía cubierta.
Este informativo no es desconocido para usted.
-Llevo treinta años y he hecho de todo. Hace veinte años, dirigía y presentaba este informativo. Incluso, cuando empecé a trabajar, en los viejos, muy viejos tiempos, había un informativo nocturno que se llamaba Gabon, era a las once de la noche.
¿Le pilló muy de sorpresa?
-No me lo había planteado, veía que era otra generación la que estaba ahí.
¿Lo pensó mucho?
-Un fin de semana, quería pedir opiniones, sobre todo las de casa, me dijeron: Aurrera.
¿Qué sección es la que más le apasiona dentro de la información televisiva?
-He trabajado mucho en política y ahora no me interesa tanto, no veo nada muy nuevo?
¿No ha cambiado nada la política en los últimos años?
-Ahora está Podemos, Euskadi está mejor, acabó ETA, pero sigo sin ver novedades reales. Me gusta Cultura, Economía, todo. La parte de la política más partidista es la que me cansa más. Tengo que decir que menos deportes me gusta todo.
¿Le gustan los cambios?
-Llevaba en Economía cuatro años; me gustan los cambios, son estimulantes. Si estás siempre en el mismo sitio puedes acabar haciendo las cosas con el piloto automático y eso no me gusta mucho.
¿Le preocupan las audiencias o les resta importancia?
-A mí me parecen importantes. Esta televisión se hace con el dinero del contribuyente público, no hasta el punto de pensar que la clave de los programas que se vayan a hacer o la variable que más se tenga que valorar sea la audiencia, eso podría llevar a situaciones perversas, pero no puedo decir que la audiencia no me importe. Mi obligación es hacer un trabajo que interese a todo el mundo, en la medida que pueda lo haré.
Los informativos de una cadena pública siempre se cuestionan.
-Estamos acostumbrados, no me preocupa mucho. Confío en el trabajo bien hecho y aquí hay mucha gente que trabaja bien. Lo único que puedo garantizar a los espectadores que a nosotros nos vean es que yo hago mi trabajo honradamente y honestamente, lo mejor posible; es lo que he hecho hasta ahora y es lo que voy a seguir haciendo. Otras cuestiones a mí se me pueden escapar
¿Cree que la persona que presenta pesa en las audiencias?
-No digo que no pese, pero pesa más el motor. El presentador es importante, no lo vamos a negar, hay gente que por lo que sea agrada a más o menos personas. El grueso es el equipo, su trabajo es lo más importante; un presentador lo puede adornar o lo contrario. Lo que la gente ve es una persona, pero el equipo es fundamental y no solo el de redacción, sin el equipo técnico no eres nadie, por lo menos en nuestro trabajo. En televisión, sin los cámaras, realizadores, productores y, por supuesto, redactores no eres nadie.
Cuando se ve en televisión?
-Es que no me veo, comprendo que hay que verse para corregirse, pero no me gusta nada. Tengo la suerte de tener personas de confianza que no me doran la píldora, hay otros que tienen a su alrededor gente que solo les dicen lo que quieren oír.
Es usted una veterana del medio, seguro que no tiene miedo a que se encienda el piloto rojo.
-A mí ahora me da respetillo, no voy a decir que esté nerviosa porque no es el caso, tengo experiencia, pero sé que a medida que se acerque la fecha me pondré más nerviosa. La experiencia es un grado pero da respeto, estás hablando a un montón de personas que esperan que les cuentes las noticias. El mero hecho de tener que hacer eso en directo impone un poquito, aunque nada que ver con lo que te pasa cuando tienes 25 años.
¿Qué noticias le gustaría dar? Antes era el fin de ETA.
-Me gustaría que esto fuera mejor, qué voy a decir, la verdad, lo que piensa todo el mundo: que la gente tenga trabajo, que haya mejores condiciones. Tenemos gente muy buena, gente joven, que valen un montón y que tienen contratos de cuatro días, de una semana. Llevo en Economía cuatro años contado penas y es un palo. Me gustaría que la gente tuviera más opciones. También me gustaría que en general fuéramos menos sectarios y más abiertos.
Muchas voces acusan a los informativos puros y duros de frivolizarse con determinadas noticias.
-Pienso que sí, a mí no me gusta. Creo que hay informativos que se emiten en España que tienen una información muy floja. Obviamente, en televisión necesitas imagen, pero supeditarlo todo a esto me parece mal. La primera condición de la noticia está en dar temas que afecten a la gente, para mí sí se han frivolizado, y mucho. Hablo en general, precisamente en esta casa tenemos muchos pecados, pero este no tanto.