MADRID. Considerado el estreno de la temporada, el próximo jueves llega a la Gran Vía madrileña Sonrisas y lágrimas, el musical sobre la familia von Trapp, "que está en el ADN de generaciones de españoles" pero que volverá a emocionar "como si fuera la primera vez que se ve".

Así de convencidos se mostraron Carlos Hipólito, que encarna al capitán von Trapp, y el director del musical, el donostiarra Jaime Azpilicueta, durante la rueda de prensa de presentación del espectáculo, que, tras la gira que ha realizado por España, recala en el Teatro Coliseum de Madrid esta temporada. Más de 200.000 personas han visto ya en España este musical, estrenado en Broadway en 1959 y cuya adaptación cinematográfica, protagonizada por Julie Andrews, convirtió sus canciones en una de las bandas sonoras más populares para generaciones de espectadores.

El proyecto para la puesta en marcha del espectáculo en España nació hace dos años y para ello fue necesario que cinco grandes compañías productores acordaran "unir fuerzas".

Y es que, según explicaron los productores ejecutivos Marcos Cámara y Juan José Rivero, era la única forma de organizar una gira, la más grande realizada hasta ahora, con un montaje como el que precisa Sonrisas y lágrimas, con un equipo de más de un centenar de personas, 26 artistas y 10 músicos en directo en cada función, 22 cambios de escenario o 140 trajes en escena.

Carlos Hipólito aseguró sentirse feliz en su papel de capitán von Trapp y lo considera "un sueño cumplido". Con 37 obras de teatro estrenadas y tras pasar por el musical Follies, aseguró que su reto en este espectáculo ha sido seguir preparándose en una disciplina nueva y hacer un personaje "creíble", sin caer en lo almibarado.

El actor, como el resto del equipo, destacó el esfuerzo realizado por el hecho de trabajar "con un referente tan concreto del que todo el mundo tiene una idea preconcebida", de tal forma que no se imite la película ni se huya de ella.