'Dana emon behar jako...'
donostia
El próximo 3 de agosto, Lauaxeta cumpliría, de estar vivo, 107 años. Esteban Urkiaga Basaraz nació en el municipio vizcaino de Laukiz. Detenido días después del bombardeo de Gernika en esta villa, los franquistas le fusilaron el 25 de junio de 1937. Lo hicieron con él esposado a una mujer. No se conocían. Su último deseo fue que le quitaran las esposas, pero no se lo concedieron y a las 05.30 horas caía su cuerpo sin vida al suelo del cementerio de Santa Isabel. Los militares españoles del golpe fracasado mataron al hombre entregado de por vida a Dios, al poeta amigo de Lorca -que acabaría asesinado como él-, al periodista que ayudó a corresponsales de guerra y al gudari que luchaba por su siempre adorada Euskadi.
En la publicación Euzkadi publicada en Chile el 1 de junio de 1946, le calificaban como "el escritor de las sublimes rebeldías, el poeta vasco de más exquisita sensibilidad", firmaba Pedro de Basaldua. A día de hoy se le recuerda como un poeta al que le cortaron las alas que desplegaban modernidad a la literatura euskaldun de la época. Su frase más conocida es Dana emon behar jako maite dan askatasunari. El 12 de noviembre de 1977 se trasladaron sus restos de Gasteiz al cementerio de Mungia.