Síguenos en redes sociales:

El corsario que llegó de fuera

Álvaro gurrea publica la novela 'Kosallu'El publicista donostiarra escribe un libro protagonizado por un personaje provocador

El corsario que llegó de fueraFoto: n.g.

Donostia. Kosallu "es una persona a la que no le importa ser diferente, más bien lo contrario, ejerce ese papel y provoca a sabiendas de que ello va a resultar chocante y ofensivo, para agravar la situación". Así define Álvaro Gurrea (Donostia, 1945) al protagonista de su novela, titulada como dicho personaje y publicada por Ttarttalo.

Este provocador llega a un pequeño pueblo costero de Bizkaia, con dos barrios divididos por una ría. No están lejos, pero parecen enfrentados desde tiempos inmemoriales. Kosallu (corsario en euskera) atraca en el puerto y se convierte en un forastero para los del pueblo, sensación que él fomenta. "Se empiezan a montar bulos sobre cómo es y por qué hace las cosas, y enseguida lo ven como un individuo malo", cuenta Gurrea.

La acción de la novela se desboca con la aparición del cadáver del Pelirrojo, vecino de la villa. Al primero al que acusan es a Kosallu, aunque ni el juez podrá demostrar su culpabilidad. "Él es un extraño y hay una confabulación en su contra", comenta el autor. "Es una ley universal", prosigue, "siempre que en una comunidad que tiene sus reglas de juego y sus valores llega alguien de fuera que se opone, se convierte en intolerable". Kosallu es la historia de la persecución del diferente, un personaje ambiguo, tozudo y provocador, alguien que choca frontalmente con su entorno.

Un personaje real Este individuo no surgió únicamente de la mente de Gurrea, sino que "fue un personaje real", asegura el autor. "A mí me contó la historia un amigo hará unos 15 años, exactamente delante de una vivienda en la que aparece el apodo Kosallu, como nombre de la casa", explica. Esta casa es el arranque de la novela, que conserva este aire de narración oral, porque el narrador cuenta los sucesos del protagonista a un amigo suyo durante una comida.

Al inicio, lo que le atrajo de este personaje de fábula fue su talante provocador. "Vi en él a un tipo divertido, me parecía divertida su actitud. Todo le importaba un huevo, hacía lo que le daba la gana. Lo que pasa es que luego él paga un precio". Ese punto de irreverencia le recordaba a su pasado como publicista. Aunque ahora ya está retirado de un oficio al que ha consagrado su vida, Gurrea creaba "un tipo de publicidad muy provocadora, muy fuerte".

El texto está situado unos 150 años atrás, pero el autor está seguro de que si Kosallu hubiera vivido "hace cuatro siglos, enseguida le habrían colgado algo de brujería y habrían llamado a la Inquisición". No obstante, el escritor donostiarra defiende el papel de los individuos como Kosallu en la sociedad. "Si no hubiera esa gente capaz de provocar y de sublevarse, esto sería una mierda absoluta, incluso los pueblos serían una mierda", afirma rotundo.

"Tiene que haber alguien que rompa y se mofe de las cosas, incluso de las muy sagradas", reflexiona. Como ejemplo de esa válvula, Gurrea pone el carnaval, "que era el escape antes de ponerte los trapos negros, los ayunos y el rezar".

El donostiarra defiende, además, la vida de pueblo: "Los rumores prenden con mucha fuerza. Ese es el aspecto más negativo de los pueblos. Pero me gustan mucho más que las ciudades, que me dan miedo".

Kosallu empezó como un cuento que Gurrea publicó en 2007, pero el año pasado decidió convertirlo en una novela. De hecho, esta no es la primera que escribe, sino que también redactó Periko Kintana, marinero y gudari y el libro de memorias Agur al viejo Bilbao. Memorias de un donostiarra bilbaíno. Ahora está embarcado en varios proyectos a la vez: "Soy muy compulsivo y si me da por una cosa, me da con una intensidad horrible".

Además de una historia que ya tiene terminada, está hilando el relato de unos niños que viven en la Donostia de los años 60 y en la huida de uno de los presos de la Fuga de Segovia, que se pasa 48 horas perdido en el monte buscando la forma de llegar a Francia.