Donostia. Jon Lamarka (Donostia 1963) está contento con la participación y nivel de las canciones enviadas y anima a los oyentes a escuchar las propuestas seleccionadas por el jurado y votar sus favoritas.
¿Se han enviado más canciones que otros años?
Se ha superado el número en cuanto a grupos y solistas participantes. Respecto a anteriores ediciones, hemos puesto una limitación de tres canciones por grupo, pero han enviado trabajos más de 120 grupos. Hay muchos concursos de este tipo, pero Maketa Lehiaketa solo hay uno. Y se nota, porque seremos de los pocos que no han notado bajada de participación.
¿Qué novedades ha tenido la convocatoria de este año?
Dos fundamentales. Este año el Premio del Jurado es mayor, son 6.000 euros; pero lo principal es que 3.000 serán en metálico y los otros 3.000 en material musical gracias a la colaboración de Musical 72, una tienda de prestigio con un amplio catálogo de instrumentos y material que seguro aprovecharán los chavales ganadores. El objetivo del premio es que el grupo ganador continúe como tal. No queremos que cojan el dinero en metálico, se vayan a Hawai de vacaciones y no sigan su trayectoria musical. Que el ganador de Maketa Lehiaketa no sea flor de un concurso. Que sigan trabajando para llegar a ser un grupo grande. En cuanto a la final, también hay cambios. Este año actuarán en directo los cinco finalistas, dos de ellos elegidos por el voto de los oyentes. Será en directo el 26 de abril, con el jurado en la sala (Bilborock, en Bilbao).
¿Se han presentado más grupos que solistas?
Sí. Yo creo que el cuadrillismo ayuda a que se dé este fenómeno. Además, la música tiene un componente lúdico que hace que en grupo se disfrute más. Pero también se han presentado buenos solistas.
¿Ganará por fin un solista? ¿Será este el año?
Espero que sí. Es la tendencia que se está dando en otros lares y eso se nota. Adele, Lana Del Rey o Ximena Sariñana van marcando tendencia y se reciben trabajos de chicas solistas con mucho estilo.
¿Vuelve a ser el rock el género más representado?
Sí, pero es que somos los que somos y venimos de donde venimos. Hablando de preferencias musicales de los jóvenes con unos compañeros de una radio musical en Cataluña, les decía que está muy bien la música electrónica y que de hecho vemos la tendencia cuando pedimos la colaboración de los oyentes para confeccionar la lista de Gaztea. Pero esto no es Ibiza, por ahora. El rock tira mucho en Euskadi.
Con la que está cayendo, igual han llegado canciones protesta...
Sin duda, es que son parte del rock. Pero también recibimos propuestas muy íntimas y sentimentales. Propongo a los oyentes que se pasen por la web de Gaztea. El 13 de marzo abrimos el plazo para escuchen las propuestas y puedan votar.
¿Qué hace más ilusión a los ganadores: el premio en metálico, el videoclip o actuar en el BBK Live?
Todo en conjunto. Ganar la Maketa Lehiaketa supone un gran empujón para los inicios de cualquier grupo. Actuar en BBK Live es un aliciente muy importante y el premio en metálico ayuda para renovar instrumental o grabar con fundamento. Pero Maketa Lehiaketa es, sobre todo, una garantía de que alguna productora pondrá los ojos sobre el grupo y a corto plazo tendrá un apoyo importante; luego tendrán que trabajar duro si quieren abrirse un hueco. Grupos hoy consagrados se llevaron en su día el Premio del Jurado o el del Público.
¿Es difícil reclutar jurados de nivel?
Este año propusimos a Aiora Renteria -cantante de Zea Mays- que se sumara al jurado y dio el sí inmediatamente. Fue una sorpresa muy agradable. Aiora ganó con Zea Mays la Maketa Lehiaketa de hace quince años y mira dónde están ahora. Los otros dos integrantes, Pablo Cabeza y Fermin Etxegoien, llevan años controlando el panorama musical del país. Creo que hay un colegueo sano en el mundo de la música y todos queremos que surjan nuevas bandas y propuestas de calidad.
¿La opinión del público suele coincidir con la del jurado?
Muchas veces. Y otras, acierta el público más. Berri Txarrak y Delorean, por ejemplo, se llevaron el premio del oyente.
¿El concurso se plantea como trampolín de talentos o como dinamizador de la música euskaldun?
Las dos cosas. Gaztea tiene un currículum muy importante. Entre jurado y voto popular han salido grupos como Zea Mays, El Columpio Asesino, Sorotan Bele, Delorean, Berri Txarrak, Kerobia y una larga lista de grupos con buena trayectoria. Grupos que cantan en euskera, castellano o inglés y que hacen música de estilos diferentes.
En sus cuatro años como coordinador de Gaztea, ¿está satisfecho de la evolución de la emisora?
Sí, sin duda. Ser un medio en euskera y ser líderes en Gipuzkoa en radios musicales -y una de las emisoras más escuchadas- y tener unos datos tan alucinantes en Bizkaia, Araba y Nafarroa creo que es un dato importante. Nunca llueve a gusto de todos, pero nuestra primera obligación es intentar llegar al mayor público joven posible. El tirón que tienen programas de entretenimiento como Dida, la participación de los jóvenes en espacios como Top Gaztea o la fidelidad de los seguidores de B-aldea y otros programas nuevos y viejos es una muy buena noticia.
Uno de sus objetivos era demostrar que el euskera puede ser un idioma para el entretenimiento y la diversión. ¿Se ha cumplido?
Sí, pero no me sorprende. Otra cosa es que hayamos acertado con el producto, y ahí radica nuestro mérito. Cuando ofreces un producto bueno en euskera, funciona tanto en radio, música, cine, literatura,… Creo que los que trabajamos en medios euskaldunes a veces pecamos de excesivamente autocomplacientes y poco críticos. Nos decimos a nosotros mismos que no vendemos porque es en euskera y sabemos que vivimos en un entorno en castellano, pero no es cierto. Hay demanda de productos en euskera, pero demasiadas veces no acertamos en la oferta.
¿Por qué sus oyentes son más jóvenes que los de otras radiofórmulas?
Por la mezcla de entretenimiento, cercanía, buen rollo y selección musical. Estudiamos muy bien la parrilla y adecuamos el presupuesto a propuestas frescas y actuales, tanto en el tema del entretenimiento como en la selección musical. Y mantenemos un equilibrio entre lo global y lo local.