41 años y una presencia de escándalo. Por si había alguna duda: ella es única. Muchos lo sospechaban y esta semana ha quedado demostrado. Naomi Campbell sigue siendo la diosa de ébano. De hecho, todavía no ha llegado la modelo negra que pueda desbancarle de su trono.

Después de pertenecer a una generación de super-modelos mítica e irrepetible, Naomi Campbell sigue siendo una de las top más solicitadas a nivel mundial. Y ella que puede, elige muy mucho las ocasiones en las que vuelve a subirse a una pasarela. Con ello consigue, no sólo forrarse cada vez que pisa un desfile, sino que sus fotos den la vuelta al mundo. En esta ocasión su regreso a las pasarelas ha sido con motivo de la presentación de la nueva colección de Roberto Cavalli en la Semana de la Moda Femenina de Milán.

Acaparó toda la atención en la penúltima jornada de desfiles del certamen italiano, por el que pasaron desde el miércoles algunas de las firmas más prestigiosas, entre ellas Versace, Prada o Dolce & Gabbana.

La supermodelo británica, conocida casi en igual medida por su saber desfilar en las pasarelas y por los escándalos de su vida privada, lució un traje de fiesta largo en tono berenjena con un pronunciado escote en pico.

Enfundada en unos largos guantes de cuero negro, Campbell dio muestras de la espléndida figura que conserva a sus 41 años, sobre todo por medio de la espalda totalmente descubierta del vestido, que insinuaba incluso los flancos de sus caderas. Ella fue abanderada de una colección otoño-invierno 2012-2013 en la que Roberto Cavalli apostó claramente por los vestidos muy largos, con faldas de tipo saco y en ocasiones con volantes, que acompaña el complemento de algún sombrero, en particular gorros de jinete. Pero está claro que si ser bella es una condición indispensable para ser una top model no es suficiente para alcanzar la dimensión de la Campbell. Tiene sus propios negocios (abrió junto a las modelos Claudia Schiffer, Elle Macpherson y Christy Turlington una cadena de restaurantes), invierte su dinero en el sector inmobiliario, juega en Wall Street con los más grandes, incluso ha probado suerte en el mundo de la música (grabó un disco, Babywoman, en 1994), ha participado en una veintena de películas y ha escrito dos libros, Swan y Naomi, de los que el 40% de los beneficios fueron para la Cruz Roja de Somalia. Además de por todo esto, la imagen de Naomi se mantiene también gracias a una de sus debilidades: sus novios y los escándalos provocados por su carácter temperamental. Por sus brazos han pasado celebridades como el boxeador Mike Tyson, los actores Robert de Niro y Silvester Stallone, el bajista de U2 Adam Clayton (con quien llegó a comprometerse) o el bailarín Joaquín Cortés entre otros, pero sus amoríos suelen durar un suspiro.