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Andoain, cantera de cineastas

La escuela de cine y vÍdeo (escivi) cumple 25 años desde que Iñaki aizpuru la fundara en 1986

Andoain, cantera de cineastasFoto: n.g.

LA Escuela de Cine y Vídeo (ESCIVI) de Andoain ha cumplido 25 años desde que Iñaki Aizpuru, cineasta y reportero freelance de la agencia inglesa de televisión Visnews, decidió crear lo que se convertiría en la primera escuela de cine de Euskal Herria. "En aquella época hice bastantes cortometrajes y algún que otro largo y vi que a la hora de contar con equipos, aquí había una carencia enorme", explica. Movido por el vacío que encontró en el ámbito audiovisual vasco, e inspirado por la única escuela de formación profesional que había, el Instituto de Radio Televisión de Madrid, presentó el proyecto al Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.

En 1986 comenzó el primer curso de la ESCIVI, con al rededor de 200 estudiantes, entre ellos nombres como el de los cineastas Asier Altuna y Telmo Esnal. "¡La convocatoria tuvo una aceptación increíble!", recuerda Aizpuru. Poco a poco, consiguiendo el material, las infraestructuras y el personal adecuado, la escuela se amoldó a los requerimientos de un título de Formación Profesional: "Fue el mayor rompecabezas que he tenido -admite el director-. No es lo mismo copiar un espacio profesional, un plató típico o un estudio-aula de grabación para 30 ó 40 personas". Según Aizpuru, un estudio de aprendizaje tiene que tener una sala de control "espaciosa", para que puedan caber los estudiantes y eso entraña ciertas dificultades. "Ha costado mucho trabajo llegar a ser lo que somos ahora".

La Escuela de Cine y Vídeo ofrece las titulaciones de Formación Profesional de Grado Superior. De sus aulas han salido destacados técnicos de Sonido, Imagen, Realización y Producción. El centro cuenta con la colaboración de diversas empresas del ámbito audiovisual, algo que "facilita la inserción laboral" del alumnado. "Los ciclos por los que apostamos fueron realización, producción, imagen, sonido y laboratorio", explica Aizpuru.

La escuela, que cuenta con 300 matriculaciones cada año, está realizando su segunda "profunda reforma" para adaptarse al Plan Bolonia y para equipararse al baremo europeo: "Esto supondrá que los dos años sean equiparables a 120 créditos universitarios y la homologación de los títulos", precisa.

Escuela de cine

Cuna de artistas

Seis estudiantes de la ESCIVI han participado en la presente edición del Zinemaldia de Donostia. Juantxo Sardon presentó Mugaritz B.S.O. en la novedosa sección Culinary Zinema; Imanol Rayo estrenó el largometraje Bi anai, inspirado en la novela homónima de Bernardo Atxaga;el zumaiarra Alberto Gorritiberea proyectó Arriya en la sección Zinemira; Aritz Moreno incluyó su corto, Bucle, en la carpeta de Kimuak; y Telmo Esnal y Asier Altuna presentaron Urteberri on, amona! y Bertsolari respectivamente.

Ambos salieron de aquella primera hornada de 1986. Iñaki Aizpuru muestra su orgullo por "haber contribuido" en su formación: "¿Cómo lo hemos conseguido? Pues la verdad es que no lo sé", admite.

"Desde el principio intenté inculcar ese planteamiento que he vivido en mi carrera profesional en la escuela". Aizpuru subraya las bases más importantes de su método para enseñar cine: el guión, la realización, la iluminación, el rodaje y el trabajo en equipo. "Esta tarde le he dado la enhorabuena a Telmo, porque me ha encantado su película, yo le di clases hace 25 años y creo que le valieron para algo", apunta.

El cineasta zarauztarra Telmo Esnal afirma que entró por casualidad en Andoain, ya que pidió ingresar primero en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Barcelona. "Me denegaron la matrícula y menos mal que abrieron la escuela en Gipuzkoa -explica Esnal-. Allí tuve mi primer contacto con las cámaras y el lenguaje audiovisual". El director de Urteberri on, Amona! entró con la intención de aprender el manejo de las cámaras, pero enseguida se dio cuenta de que lo suyo era dirigir: "Salimos de la escuela con trabajo", apunta.

Asier Altuna, por su parte, tiene recuerdos "muy bonitos" de su etapa en ESCIVI. "Era la primera vez que salía de Bergara. En realidad quería hacer Bellas Artes pero como suspendí latín y griego tuve que matricularme en Andoain", cuenta Altuna. La escuela le brindó la oportunidad de ver y analizar "mucho cine", lo más interesante, según el cineasta. "De Andoain no sales preparado para hacer cine, pero te da una base muy importante. Allí me di cuenta de que esto era lo que me gustaba", admite.

El especialista en sonido de ambiente Urko Garai, galardonado en los premios Goya 2011, por la película Buried, también dio sus primeros pasos en la ESCIVI. "No era muy buen estudiante, no aproveché los años que pasé en Andoain, pero me valió para aclararme", recuerda.