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Es una de las enfermedades más comunes en la tercera edad. Muchos mayores sufren artrosis, un mal que se produce por el desgaste de las articulaciones. Hoy, la analizamos a fondo. vivir con artrosis

Es una de las enfermedades más comunes en la tercera edad. Muchos mayores sufren artrosis, un mal que se produce por el desgaste de las articulaciones. Hoy, la analizamos a fondo. vivir con artrosis

VISIÓN

TEXTO ANE MUÑOZ

comienza lentamente, poco a poco, casi sin darnos cuenta. Primero, puntualmente, puede que sintamos un dolor en las articulaciones después de realizar ejercicio y quizás, en ese momento no le prestemos la atención que merece? pero a medida que pasan los años ese dolor comienza a ser más intenso y continuo. Manos, rodillas, caderas o espaldas se ven afectados por esta enfermedad que es muy común en las personas de edad avanzada. Hablamos de la famosa artrosis.

Se trata de un mal producido por el desgaste del cartílago, un tejido que funciona como amortiguador y cuya labor es proteger los extremos del hueso y favorecer el movimiento de la articulación.

Es decir, el cartílago se rompe y eso causa que los huesos se muevan uno con el otro, rozándose continua y directamente, sin ninguna protección. Esto provoca fricción, dolor, hinchazón y también una pérdida de movimiento en las articulaciones.

A medida que pasa el tiempo, esas articulaciones se van deformando y en ellas van creciendo unos bultos. Por si fuera poco, a veces algunos trozos de hueso y cartílago pueden flotar dentro del espacio de la articulación, causando más dolor.

zonas a las que afecta La enfermedad puede desarrollarse en cualquier articulación del cuerpo, aunque es más frecuente en las manos, rodillas, caderas y espalda. El dolor es diferente en cada una de las partes y es muy difícil empezar a reconocerlo desde el principio. Esto se debe a que la artrosis comienza lentamente. Es decir, a veces el dolor empieza tras la realización de ejercicio físico, y poco a poco va siendo más frecuente.

Cada artrosis es diferente, con síntomas y orígenes diversos. Por un lado, la artrosis de los dedos, a la que se le atribuye un origen hereditario, afecta más a las mujeres que a los hombres, sobre todo una vez empiecen con la menopausia. En esta zona, los dedos se pueden hinchar, ponerse rígidos o torcerse. Además, pueden aparecer también pequeños bultos en las las articulaciones interfalángicas distañes o en los nódulos.

A pesar de no ser las articulaciones que más peso cargan, las rodillas tienen más posibilidades que los tobillos de sufrir artrosis. ¿Por qué? Porque se mueven más que los últimos. En el caso de las rodillas, la artrosis provoca rigidez, hinchazón t dolor, haciendo incluso que caminar sea más dócil, o subir escaleras o simplemente, levantarse o sentarse.

En este caso es muy importante recibir algún tipo de tratamiento ya que, si no, podríamos exponernos incluso a casos de invalidez.

Tampoco las caderas se salvan? en ellas, la artrosis puede causar rigidez dolor e invalidez grave. Quién la sufre, puede notarla, además de en las propias caderas, en las ingles, muslos o rodillas. Puede limitar mucho los movimientos, tanto que acciones tan usuales de la vida diaria como vestirse o cuidarse los pies pueden resultar difíciles de realizar.

En el caso de la espalda, la artrosis puede afectar tanto a la zona del cuello como a la parte baja de la espina dorsal.

También puede afectar a los brazos o las piernas en forma de adormecimiento o de deterioro funcional.

Los factores de riesgo para sufrir esta enfermedad son la edad, el sexo (afecta igual a ambos, pero en las mujeres aparece antes, a los 45 más o menos), la obesidad, la profesión a la que nos dediquemos y, por supuesto, la herencia.

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La enfermedad puede desarrollarse en cualquier

articulación del

cuerpo, aunque suele ser más frecuente

en las manos,

rodillas, caderas y espalda

5

millones

Casi cinco millones de personas en España sufren artrosis

La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente en el mundo

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