Donostia. Las negociaciones entre la familia Chillida y las instituciones siguen adelante. Según pudo confirmar este periódico, el Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa han ofrecido alrededor de 80 millones de euros a los propietarios del museo Chillida Leku, cerrado desde el 1 de enero por el déficit económico que arrastraba, por la adquisición del caserío Zabalaga de Hernani y de las obras que alberga.
Los descendientes del escultor donostiarra reconocieron anteayer la existencia de "avances" en las conversaciones que mantienen con el Departamento vasco de Cultura y el ente foral. Sin embargo, hasta el momento no se había conocido ninguna cifra económica que pueda estar sobre la mesa, máxime cuando las partes implicadas han incidido reiteradamente en la necesidad de mantener la negociación fuera de los focos de los medios de comunicación y del público en general.
Chillida Leku no abre sus puertas al público desde el 1 de enero, cuando fue clausurado por la familia del artista por el déficit que acumulaba en los últimos años. Tras activarse las alarmas, las administraciones implicadas y la familia intensificaron los contactos con el objetivo inicial de que el museo al aire libre que alberga el caserío Zabalaga vuelva a ser visitable "en primavera".
otros aspectos La gestión del centro museístico, organizado en torno a la familia Chillida, ha sido totalmente privada hasta el momento, algo que impedía una participación continua y estructural de las instituciones y, como consecuencia, una mayor inyección de fondos públicos para salvar su maltrecha situación económica.
La oferta realizada por Gobierno Vasco y Diputación parece referirse a uno de los aspectos presentes en la negociación, pero no el único, porque también se encuentran sobre la mesa asuntos como el modelo de gestión del museo y su nueva estructura organizativa, entre otros.
El pasado 27 de enero, la consejera de Cultura Blanca Urgell mantuvo una reunión con miembros de la familia Chillida para acercar posturas, en los momentos previos a la reinauguración de la renovada Plaza de los Fueros gasteiztarra. Según sostienen los descendientes del escultor, aquel encuentro sirvió para "asentar las bases para que se alcance una solución" al problema.