GRANADA. Granada se despidió ayer de Enrique Morente, que recibió sepultura en el cementerio de San José, enclavado en el entorno de la Alhambra, a la que tantas veces cantó, en una jornada de luto, especialmente para los flamencos de su barrio, el Albaicín.
Su hija Estrella protagonizó el momento más emotivo de la despedida, cuando, ante el féretro de su padre, que permaneció durante unas tres horas en el escenario del Teatro Isabel la Católica de Granada, le dedicó un último cante. Rompió así el silencio de un sencillo acto de homenaje con el que se cerraron las puertas de la capilla ardiente instalada en el teatro granadino, por la que, según fuentes municipales, pasaron unas 5.000 personas.
En la voz desgarrada de Estrella sonó: "Granada, no tengas pena de que el mar sea tan inmenso, tú eres la novia del aire, la de la sombra de plata, la del almendro. Ay, empieza el llanto de la guitarra, llora como el viento sobre la nevada. Ay, inútil callarla, es imposible callarla". Al término de su intervención, tanto Estrella como sus hermanos, Soledad y Enrique, y su madre, Aurora Carbonell, se abrazaron abatidos al féretro del cantaor, arropados por otros familiares.
difícil despedida Previamente, el poeta granadino Luis García Montero había dedicado unas palabras al cantaor en nombre de sus amigos. "Enrique, qué difícil despedirse de ti. Las palabras son insuficientes, no es posible nombrar el vacío, la desolación. Has muerto lleno de vida, de fuerza, siendo manantial", dijo el poeta.
En el acto también participó Laura García Lorca, que, con la voz entrecortada, recitó dos poemas que fueron cantados por Enrique: Alma ausente del llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de su tío Federico, y De pronto, escrito por Francisco García Lorca en memoria de su hermano.
Al término, la comitiva con el féretro del cantaor partió al cementerio de San José de Granada, donde fue enterrado en un panteón tras ser portado a hombros desde la entrada del camposanto por familiares y amigos, entre ellos el cantante Miguel Ríos.
En ese último adiós, en el que se escucharon vivas a Morente, también estuvieron presentes el torero Enrique Ponce, el bailaor Juan Manuel Fernández Montoya Farruquito y el cantante Chiquetete.
Cientos de personas, en su mayoría amigos y vecinos de su barrio del Albaicín, se desplazaron hasta las proximidades del Teatro Isabel la Católica, cuyo escenario estuvo presidido por una enorme fotografía de Morente tomada en el Patio de los Leones de la Alhambra, y por cuatro grandes candelabros.
El mundo del pop-rock, al que Morente estaba también muy ligado, quiso también despedirle con la presencia de Antonio Arias, líder de Lagartija Nick, con el que el cantaor grabó el aclamado disco Omega.
El artista, que murió el lunes a los 67 años, padecía "un cáncer de esófago de 4,5 centímetros, localizado en el tercio medio, con metástasis linfáticas", según el equipo médico de la clínica La Luz de Madrid, al que la familia ha denunciado por presunta negligencia médica.