Una muestra de fuerza y enigma

Jannis Kounellis (El Pireo, Grecia, 1936), uno de los artistas internacionales más reconocido y enigmáticos de la década de los 70, presenta sus Cajas Múltiples con objetos, sus dibujos a lápiz y a fiumo di pietro, así como sus expresivas litografías de figuras y rostros humanos en la galería Altxerri de Donostia. Algunas de las obras tienen precios excesivos, otras no.

Su obra educada en Roma, pronto se caracterizó por el uso de objetos cotidianos, tanto orgánicos como industriales, manifestando siempre una tensión y una pugna dialéctica entre naturaleza y cultura, entre lo muerto y lo vivo, entre la razón y la intuición, hasta que en 1969 fue uno de los precursores y fundadores del movimiento Arte Povera.

En esta misma línea, se mueven los objetos que presenta en esta muestra, y que datan de entre 2001 y 2009. Se trata de objetos como un hacha con la bandera italiana, una plancha, unas tijeras, un laúd, un periódico, unos cristales o unos zapatos, ubicados sobre superficies de papel manchado con abstracciones elegantes de negros, o sobre planchas de acero, que crean fértiles contrastes, y que vuelven a retomar el carácter objetual y sorpresivo de dadaístas y objetualistas. Elementos de desecho al servicio de la interrogación y la indagación de una sociedad que vomita y retoma sus propios márgenes. Filosofía de apropiación y reutilización, reciclaje diríamos, de sus propios excrementos. Con todo, su plástica resulta expresiva, fuerte, contundente, sorpresiva.

Como contundentes son sus Pasteles grasos sobre papel de su Serie Piombo (2007 y 2008), dibujos de piedra carbón de gran belleza, fuerza y minimalismo. Con el propio carbón traza formas orgánicas del mismo material, material pobre, sucio y efímero.

Otro tanto logra en su Serie Chaumont (2007), arquitecturas minimales deconstruídas, y sobre todo en su contundente Serie de litografías trazadas con manchas de las que emergen figuras y rostros humanos de gran fuerza, expresividad y desgarro.

Kounellis es un artista túrmix y sincrético, que toma de anteriores vanguardias lo que le conviene y necesita, con una vertiente desgarrada de apropiacionismo de una sociedad rica que arroja y elimina a sus propias creaciones y criaturas. Con sus despojos, y con las criaturas más humildes de la misma, él construye sus sueños y alegorías para nuevos ricos.

Desde su instalación de caballos en la galería Vinson de Barcelona, alegoría de la propia galería, que vimos en la década de los 70, Kounellis no ha dejado de chocarnos, de interrogarnos, de una manera fuerte y sorpresiva.