Barcelona. El escritor Quim Monzó denuncia en su última compilación de artículos la llegada al poder del "imperio de la plastilina", en referencia a una generación educada lejos de la cultura del esfuerzo, y con las vicisitudes del primer gobierno catalán tripartito y de la guerra de Irak como telón de fondo.

Monzó, que combina la narrativa y las columnas de opinión desde hace varias décadas, ha recogido en este último libro -Esplendor y gloria de la Internacional Papanatas (editado por Quaderns Crema en catalán y por Acantilado en castellano)- una selección de artículos publicados en La Vanguardia entre 2001 y 2004.

Pese a la falta de unidad temática, el escritor aseguró ayer que los artículos aparecen cohesionados por el hecho de insistir en denunciar "las estupideces que perduran a lo largo del tiempo". "Con el cambio de gobierno en Catalunya -en 2003- llega la Internacional Papanatas al poder", aseguró en la presentación de la obra a la prensa, en la que reconoció que ha tomado prestada esta denominación del periodista Jordi Barbeta, que la utilizó en alguna tertulia para referirse a las vicisitudes del primer tripartito catalán.

Barbeta indicó que "papanatas" los hay en la derecha y en la izquierda, pero, para una generación como la suya, fue una especie de catarsis denunciar el papanatismo de los llamados progresistas, grupo que parecía intocable debido al recuerdo todavía intenso del franquismo. Pese a subrayar que el libro no es una radiografía del tripartito porque él no escribe sobre política, Monzó admitió que hay una cierta denuncia del papanatismo de la izquierda porque "es el trasfondo" de aquella época y porque "a los otros -la derecha- ya me los conocía". "La vida es esto: nadar entre aguas podridas", subrayó el escritor, que dijo que le "excita" su trabajo de columnista diario para un rotativo. "Soy feliz cuando escribo un artículo. Es un placer".

Monzó indicó que las personas de su generación, que han vivido los últimos coletazos del franquismo, están más preparadas para detectar "el papanatismo", algo que "ya les es muy difícil de hacer" a los integrantes de "los comandos plastilina".

Los "comandos plastilina" los nutren esas generaciones "que ya en la guardería y después en el colegio han sido educados en que no es necesario memorizar, que sólo hay que ir haciendo trabajos y en que lo importante es jugar y recortar para hacer calles con plastilina".